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El concepto de transición energética se define, por lo general, como un cambio estructural a largo plazo en los sistemas energéticos. Es decir, pasar de un modelo mayoritario a otro. Abandonar los combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural, el lignito y el carbón y transicionar a las llamadas energías limpias.

No es baladí. Es el mayor reto al que se enfrenta el planeta el siglo XXI. El calentamiento global es una amenaza porque la capacidad del sistema terrestre para absorber las emisiones de gases de efecto invernadero ya está agotada

El marco jurídico para la transición energética es el Acuerdo Climático de París. Se acordó que las emisiones actuales deben detenerse por completo para 2040 ó 2050. Aquí es donde se ve la importancia de la transición energética. Porque la forma de lograrlo y mantener la producción de energía es cambiando el modelo.

En el caso español, nuestro país no ha estado cumpliendo hasta ahora el Acuerdo de París. De hecho, estamos en el puesto 38 de los 60 países firmantes. Vamos muy retrasados en el cumplimiento de la transición energética. Desde este contexto, la creación del Ministerio para la Transición Ecológica, con categoría de Vicepresidencia Cuarta del actual Gobierno español, es una buena noticia para el cumplimiento de los Acuerdos de París.

5 claves para el reto energético

Una vez explicado el concepto y demarcado el contexto, hay que ver cuáles son las claves para comprender el enorme reto al que nos enfrentamos.

  1. La primera de las llaves hacia la transición energética tiene que ver con establecer un marco legal que permita una actuación más decidida. Se necesita una ley de cambio climático y transición energética. Esta es la primera clave, sin la cual, las demás serán muy difíciles de aplicar. Al fin y al cabo, es necesario que haya un marco legal que incentive la lucha contra el cambio climático y la sustitución de combustibles fósiles por fuentes de energía renovables.
  2. Realizar una transición adecuada de la energía térmica y nuclear. Muchas centrales nucleares han alargado varias veces su vida útil. Del mismo modo, algunas centrales térmicas permanecen abiertas a pesar de que incluso las propias empresas quieren cerrarlas.
  3. Eliminación de trabas a las energías renovables e incentivo a la inversión. La eliminación del ‘impuesto al sol», ha sido el primer paso necesario. Pero hace falta más para realizar una verdadera transición energética.
  4. El cambio en los medios de transporte. Para una transición energética real, es necesario cambiar el transporte, pasando a vehículos eléctricos y abandonando los de gasolina y diesel.
  5. Reformas en el sector eléctrico. Para que esa transición energética no sea solo teoría, es necesario reformar el sector eléctrico en todos los sentidos. Eso incluye también las infraestructuras.

 

Grupo Cooperativo Cajamar ha obtenido de la organización internacional Carbón Disclosure Projet (CDP) la categoría de Leadership, con una valoración A- que le posiciona entre las empresas líderes y más avanzadas por su desempeño y transparencia de su gestión medioambiental.

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