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El mundo del motor está encaminado de forma directa hacia los vehículos sostenibles. Aunque la idea ya se ha anclado, el consumidor todavía alberga numerosas dudas a la hora de decidirse por un vehículo de este tipo. La razón es que las diversas tecnologías plantean numerosas cuestiones y porque existen varios tipos de coches que emplean este adjetivo de la sostenibilidad: eléctricos, híbridos o de hidrógeno.

Hay en estos momentos en el mercado cuatro opciones principales a la hora de elegir un coche sostenible. Así, las tecnologías actuales pueden dividirse en los siguientes grandes grupos:

1.- Coches eléctricos

Van ganando la partida. Las grandes marcas han llenado los concesionarios oficiales de vehículos eléctricos y en las ciudades se dejan ver cada vez más habitualmente. De igual forma, ya hay electrolineras y puntos de recarga eléctrica en muchos sitios y emplazamientos. 

Siguen teniendo problemas respecto a los numerosos vehículos de combustible fósil. Si bien hay gasolineras por todas partes y la autonomía de la gasolina da para hasta mil kilómetros, la autonomía de las baterías y su tiempo de carga son uno de sus inconvenientes. 

También es cierto que esta tecnología evoluciona. Cada vez es más posible encontrar modelos con una mayor capacidad, que ofrecen una autonomía más elevada, reduciendo el consumo y aumentando la energía que pueden almacenar.

2.- Vehículos híbridos

Hace ya dos décadas, Toyota se lanzó de lleno al mercado del coche sostenible con la primera generación del Prius, uno de sus modelos más exitosos. Los híbridos no enchufables requieren del motor de combustión y de su sistema de regeneración para generar la energía eléctrica

Esto hace que sigan contaminando demasiado y que tengas que depender necesariamente de la gasolina. No obstante, cuentan con la etiqueta ECO de la DGT y su consumo es menor que el de otros coches sin la asistencia eléctrica.

3.- Pila de combustible de hidrógeno

Las empresas automovilísticas van despacio con esta tecnología. Su mayor inconveniente es su elevado precio, superior a las alternativas eléctricas. Además, los puntos de repostaje todavía son muy limitados. 

Como ventajas, estos vehículos ofrecen una autonomía similar a las de cualquier coche con motor de combustión. También disfrutan de la etiqueta “0 emisiones” de la DGT y cada vez hay más prototipos saliendo a la luz. 

4.- Vehículos de gas

El gas licuado de petróleo es una alternativa barata y más sostenible que la gasolina. Algunos fabricantes, como Dacia, siguen apostando por estos motores que llevan tiempo demostrando su fiabilidad. Los coches que funcionan con GLP tienen la etiqueta ECO. Lo mismo ocurre con los que funcionan con GNC, como los Seat.

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