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La temporada de verano rompe la rutina del resto del año y genera una serie de gastos extras que hay que tener organizados y previstos. En esta época del año nos gusta gozar del buen tiempo y del tiempo libre. Además, llegan las vacaciones y los viajes por lo que hay que estar preparados.

Siempre es recomendable empezar a organizar las finanzas para las vacaciones de verano de 2023. Hay que tener en cuenta que siempre suponen un dinero extra. Da igual si es un gran viaje como si es una escapada. Siempre cuestan dinero y tenemos que estar preparados. Todos los expertos recomiendan por esta razón empezar cuanto antes con la organización de la economía personal.

Sin embargo, el actual alza de los precios encarece las vacaciones y los viajes. A día de hoy, la mejor de las previsiones estima que los meses de julio y agosto continuarán con los precios de los bienes de consumo elevados. Desde la comida hasta el combustible. Por esta razón, los desplazamientos, ya sean en vehículo propio o en autobús, tren o avión, van a tener un sobrecoste para el que tendremos que estar preparados.

Realizar un diagnóstico inicial

Lo primero es no engañarnos a nosotros mismos. Nada mejor que bucear en nuestras finanzas para dibujar un presupuesto que responda a la realidad de nuestra economía. Una vez realizado este diagnóstico imprescindible, se podrá apuntar a un tipo de vacaciones o a otras. El diagnóstico nos permitirá tomar conciencia de lo que podemos permitirnos estas vacaciones de verano.

El presupuesto es la gran herramienta financiera que nos sirve para controlar nuestra economía. Nos permite ajustar los gastos a la realidad de lo que cuestan los viajes y las vacaciones. Y nos impide cometer errores que más adelante pueden costarnos muy caros. Dicho esto, cuanto antes se empieza a elaborar el presupuesto más garantías hay de que se pueda ejecutar a la perfección y, en consecuencia, podamos disfrutar de las vacaciones que tanto deseamos. Sin engaños y con la realidad por bandera.

Por eso es importante desglosar cada potencial gasto. Así, todo irá cobrando forma poco a poco. Hemos buceado en nuestras finanzas, tenemos nuestro diagnóstico empresarial, tenemos en cuenta la coyuntura económica y la inflación y estamos elaborando el presupuesto. Ahora habrá que ver el destino de nuestras vacaciones y los gastos que suponen. Nada mejor que desglosarlos todos, uno a uno, para ver dónde podemos ahorrar y qué se puede suprimir sin que las vacaciones queden en agua de borrajas.


Solo queda ponerse a ahorrar. Esta cuestión es cada vez más simple. Un buen consejo es utilizar las huchas digitales, unos espacios en los que se puede guardar los ahorros y separarlos de la cuenta bancaria principal.

Así, se evita la tentación de gastarlos y se emplean en el destino fijado para las vacaciones.

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