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Los juegos de mesa, tradicionales, familiares, divertidos y con siglos de historia, han sabido adaptarse a los siglos, al presente y al futuro. Hay que recordar que hace ya cinco mil años se jugaba de esta manera, según nos revelan los descubrimientos realizados en los  yacimientos de Başur Höyük, cerca de la ciudad turca de Siirt que han descubierto piezas de un juego de mesa.

De hecho, se han hecho un hueco desde el salón de los hogares hasta las reuniones de los adolescentes y de los jóvenes, que les encantan para pasar largas tardes en compañía de los amigos.

Hay juegos de mesa con tablero y sin él, con fichas, con naipes, con dados y sin dados. Hay tantas variantes que es prácticamente imposible no encontrar le juego de mesa en el que uno se reconozca y sea capaz de divertirse. Además, los juegos de mesa son sencillamente complicados, lo que supone uno de sus más potentes atractivos.

Juego de mesa es el ordenamiento que se da a los juegos que se componen de fichas de formas variadas y de distintos colores, acompañadas del correspondiente tablero sobre el que se desarrolla la partida. El tablero marca el nombre, ya que se necesita una superficie plana, y nada mejor que una mesa para acercar unas buenas y cómodas sillas y sentarnos alrededor de ella para disputar la gran partida.

Los juegos de mesa, en general, se diferencian entre sí porque mientras unos necesitan recurrir a la estrategia y a la táctica, otros se basan en la destreza manual y en la coordinación física. Otros necesitan de una buena habilidad de deducción y, simplemente, los hay donde la suerte y el azar son las bases predominantes.

Ajedrez y parchís, los juegos de mesa más conocidos

Ahora, repasaremos los juegos de mesa más conocidos, donde en cabeza se sitúan el ajedrez y el parchís.

El ajedrez, se juega sobre un tablero cuadriculado de 8×8 casillas, que se llaman escaques. Estas casillas se alternan en colores blanco y negro, que constituyen las 64 posibles posiciones de las piezas para el desarrollo del juego.

Al principio del juego cada jugador tiene dieciséis piezas:

  • Un rey.
  • Una dama.
  • Dos alfiles.
  • Dos caballos.
  • Dos torres.
  • Ocho peones.

Se trata de un juego de estrategia en el que el objetivo es derrocar al rey del oponente. Es endiabladamente complicado y tiene la pátina que deja siempre la inteligencia de los mejores jugadores.

Por su parte, el parchís cambia la estrategia por la suerte, ya que se basa en la puntuación que obtenemos al tirar los dados sobre el tablero. Luego todo se complica porque los movimientos de las fichas sí tienen algo táctico, pero la suerte es siempre en el parchís el principal componente.  

El parchís es tremendamente popular en España y se juega con un dado y cuatro fichas para cada uno de los jugadores, de dos a cuatro, aunque también hay tableros para 6 u 8 jugadores. El objeto del juego es que cada jugador lleve sus fichas desde la salida hasta la meta intentando, en el camino, comerse a las demás. El primero en conseguirlo será el ganador.

Hemos destacado en este artículo los dos más populares y entrañables juegos de mesa. Uno por su necesidad de estrategia y el otro por la suerte. Pero aquí te dejamos dos enlaces que te llevan a todo tipo de juegos de mesa posibles, desde trenes a piratas.

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