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La gamificación es una técnica que está de moda para mejorar los objetivos de las empresas. Una de sus particularidades es que cohesiona a los equipos de trabajo porque los motiva de una forma agradable y diferente. Asimismo reduce los costes humanos laborales porque hace que el estrés tienda a rebajarse, e incluso, desaparecer.

La idea principal de la gamificación es que si integramos elementos de juego a tareas cotidianas o de alta exigencia, inmediatamente se vuelven menos aburridas o pesadas, especialmente cuando hay recompensas reales de por medio. Es decir, juego, competición, resolución y premio. Y, además, divertido.

La cognición y la motivación son los elementos principales para aplicar la gamificación. Se basa en la existencia de algunos tipos de estímulos que nos resultan mucho más placenteros e interesantes que otros, aunque las actividades que involucran no sean divertidas en sí mismas.

Ventajas de la gamificación

La prueba fundamental del éxito de la gamificación es que empresas de reconocido éxito como Google o Nike  recurren cada vez más a estrategias de gamificación empresarial en todos sus departamentos. Hay muchas ventajas a la hora de gamificar un trabajo:

  • El periodo de interés y el nivel alerta aumenta de forma notoria durante la realización de una tarea. Ayuda a cumplir el viejo refrán “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Y encima, de forma más divertida.
  • Es perfecta a la hora de encarar las tareas más aburridas, rutinarias y, directamente, aburridas.
  • Permite un aprendizaje más intenso y rápido porque ayuda a comprender conceptos e información compleja más rápidamente.
  • La retención de conceptos y de información aumenta porque la gamificación ayuda a recordarla con más sencillez.
  • De igual forma ensancha los márgenes de mejora, porque permite que la repetición de las tareas genere una recepción positiva
  • Es fundamental porque la alegría hace que disminuya el estrés.
  • Crea valor añadido, ya que además de la recompensa inherente de la tarea, la vuelve entretenida y divertida.

La gamificación resulta una experiencia positiva para los empleados por numerosas razones. Entre ellas porque les permite visualizar sus resultados y su propia evolución en el entorno profesional, lo que actúa como catalizador de la motivación.

Asimismo, a través de las puntuaciones y los rankings, los empleados perciben un reconocimiento público por ese esfuerzo que habitualmente pasa más desapercibido: el del trabajo diario.

 

La gamificación no sólo favorece que los profesionales alcancen una mejor versión profesional de ellos mismos, sino que también es responsable directa de una mejora en los resultados de la empresa.

 

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