El desarrollo de la tecnología y su inclusión en nuestras rutinas diarias de forma determinante han hecho que las utilicemos para múltiples misiones. De hecho, hoy en día, nuestros teléfonos móviles son operadoras, terminales bancarias, tarjetas de crédito y débito, una tienda gigante para comprar lo que necesitamos desde ropa a cualquier producto del supermercado, monitorizan nuestra salud y, en fin, mil y un servicios de todo tipo.
La conclusión es que tanto en nuestro terminal telefónico como en las aplicaciones, páginas webs y cualquier servicio que utilicemos online tiene que venir precedido de unas grandes dosis de seguridad. Es aquí donde aparece el concepto de la doble verificación para tu seguridad.
La doble verificación de seguridad es un método de autenticación que se ha diseñado para garantizar un acceso más seguro a través de un proceso más sofisticado y confiable. Así, el proceso de doble verificación enmarca una segunda capa de seguridad para tus registros almacenados, que se usa para comprobar tu identidad por segunda ocasión una vez que te conectas. Esto significa que aparte de introducir una contraseña (más segura) también se añade un paso adicional para poder acceder.
Básicamente, la importancia de tener activada la doble verificación reside en la posibilidad de incluir información extra para validar tu identidad, distinta a la información tradicional que demanda un simple nombre de usuario y una contraseña.
Tipos para una segunda verificación
Diversos estudios realizados por compañías como Microsoft o Google han demostrado la efectividad que tiene el uso del doble factor de autenticación para proteger las cuentas.
En 2019 Google realizaba un estudio que aseguraba que la autenticación en dos pasos es la solución más efectiva para prevenir el secuestro de cuentas. Sin embargo, en 2020 Microsoft decía que el 99% de las cuentas vulneradas no tienen activada la autenticación en dos pasos.
Estos son los tipos principales que se tienen que realizar en los procesos de doble autenticación más habituales:
- Introducir un código. Se envía de forma directa a tu correo electrónico o a tu teléfono móvil por SMS.
- Poner tu huella digital. Se trata de un método de dos factores muy avanzado, dado a que exige el uso de datos biométricos y es prácticamente imposible que otros usuarios puedan acceder a tu cuenta.
- Confirmar los detalles con clics. Por lo general, deberás presionar en un botón específico que aparece en la ventana del sitio web.
- Conseguir una tarjeta de identidad de contacto. También puede ser un disco portátil con un programa con características especiales.
- Usar una herramienta ajena al sitio web. Es posible que el propio sitio al que deseas acceder te envíe a otra plataforma como el Autenticador de Google para comprobar tus datos.