a programación es el lenguaje del futuro que hay que aprender desde niños ahora, en el mundo presente. De igual forma que ya nadie cuestiona la necesidad de que los niños y niñas se manejen con la lengua inglesa, ocurre de igual forma con los diferentes lenguajes de programación. Para ello, por ejemplo, hay que aprender Scratch, el lenguaje más popular para que los niños aprendan a programar.
Scratch es una plataforma educativa que ha nacido para ser utilizada para principiantes, para que tus hijos e hijas se inicien en la programación desde cero. Así, Scratch permite crear historias interactivas, juegos y animaciones mientras los niños y niñas se desenvuelven en los fundamentos de la programación.
Este lenguaje de programación fue diseñado en un principio para ser utilizado por alumnos de entre 8 y 16 años. Aunque, lógicamente, puede ser utilizado por cualquier persona que quiera iniciarse en los secretos del lenguaje de programación. El éxito está en su facilidad de aprendizaje y accesibilidad, pero también en la riqueza de entornos visuales, bibliotecas y todo tipo de recursos que ofrece.
Hay que recordar, además, que Scratch fue desarrollado en el año 2003 en el MIT Media Lab para lograr un modelo que fuera la mejor manera de enseñar programación al alumnado. En la actualidad Scratch está presente en todo el planeta y está disponible en más de sesenta idiomas.
Dividir los problemas y encontrar recursos
Los conceptos clave para que los niños y niñas aprendan a programar se basan en que se aprende de forma directa a solucionar problemas y a generar algoritmos y soluciones. Así, el concepto clave busca saber dividir los problemas para poder resolver cada una de las partes.
Los beneficios de la programación en la formación de tus hijos e hijas son enormes. La programación es una herramienta que puede fomentar la creatividad a unos niveles extraordinarios. Una de las ideas base que explican los expertos es que “no se trata sólo de resolver problemas, si no de utilizar los recursos y las herramientas disponibles para realizar las creaciones que tengamos en la mente”.
En conclusión, la programación para niños cuenta con demostrados beneficios cognitivos, como:
- una mayor capacidad de atención y resolución ante los problemas.
- Una autonomía superior para aprender nuevos conceptos.
- Una conexión para razonar y resolver problemas que redundará en mejores resultados en matemáticas y en inglés.