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La sociedad de consumo actual nos educa en un sistema permanente de usar y tirar. Es una economía lineal en la que los productos se fabrican, se compran y se eliminan, generando desperdicios que aumentan de forma creciente y que es insostenible para el medio ambiente. Para cambiarlo, una de las opciones que han surgido es el modelo de economía circular.

Ventajas de la economía circular

Este nuevo modelo promueve la producción de bienes de forma sostenible disminuyendo la cantidad de desperdicios y limitando el consumo de energía. Es un modelo que imita el ciclo vital de la naturaleza en el que los productos o los seres vivos sirven de alimento para otros que, cuando mueren, vuelven a formar parte del sustrato natural.

En este sentido, la economía circular promueve una generación responsable de productos con el menor coste energético posible e impulsa la utilización de energías renovables. Estos productos no son desechados, sino reutilizados en la medida de lo posible o, en todo caso, reciclados para generar otros productos útiles.

Esta economía supone un cambio en la mentalidad tanto a nivel individual en todas las personas como en el plano institucional. El consumo colaborativo, basado en compartir bienes que se redistribuyen de forma más ecuánime y el reciclaje exigen un cambio a todos los niveles.

De esta manera, se busca un consumo más racional. Además de crear una sociedad más sostenible, la economía circular genera riqueza y empleo en implementar medidas para desarrollar este nuevo modelo.

Implantación de la economía circular

La implantación a nivel institucional de este modelo económico es una prioridad en la política nacional y europea. Es un proyecto interesante para todos los gobiernos porque la economía circular supone un crecimiento económico sin que ello genere un aumento de recursos.

El modelo de economía circular conlleva:

  • Una transformación en el sistema de producción de las empresas.
  • Un cambio en los hábitos de consumo.
  • Una nueva concepción de la producción empresarial.

En este sentido, a nivel europeo existe la iniciativa «Europa 2020» con la que se busca un impulso para la implantación de la economía circular. En este proyecto se definen una serie de objetivos para desarrollar una economía más inteligente, sostenible e integradora.

La filosofía de «producir, consumir y desechar» está obsoleta. Durante unos años ha servido para generar unos bienes y un progreso que a la larga está suponiendo una amenaza para el planeta. Además, ha generado una sociedad de consumo ilimitado que está cayendo por su propio peso.

El futuro sin duda pasa por modelos como la economía circular donde la regla de oro es «reducir, reusar y reciclar«.

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