El cooperativismo es una fórmula de participación en la economía tan eficiente como cualquier otra, capaz de competir en igualdad de condiciones con empresas de todo tipo en los más diversos sectores. Así lo demuestran numerosos ejemplos en la Unión Europea, en Estados Unidos y en Japón, donde hay empresas cooperativas de gran tamaño que cada año lideran los rankings de ventas y facturación. En el caso español contamos, además, con la ventaja añadida de décadas de experiencia acumulada en el mundo cooperativo, que se sitúa a la cabeza de una de las agriculturas comerciales más destacadas del mundo.
En este contexto, los retos a los que se enfrenta el cooperativismo agroalimentario a corto y medio plazo son los mismos que los del resto del tejido productivo del país: ganar en músculo y en dimensión para ajustar costes y generar economías de escala, abordar el reto de la internacionalización para abrir nuevos mercados y, cómo no, seguir avanzando en la profesionalización y la capacitación de los gestores en el nuevo contexto de la economía del conocimiento y la sociedad digital. Solo así podrán alcanzar sus objetivos nuestras empresas cooperativas: ser la puerta de entrada al mercado de miles de pequeños y medianos agricultores y ganaderos, y garantizar de forma sostenible en el tiempo la renta de los socios productores.
Por todo ello, en Cajamar llevamos más de 20 años asistiendo técnicamente a los miembros de los consejos rectores de las cooperativas que confían en nosotros, conforme a los principios internacionalmente aceptados de formación de socios y trabajadores e intercooperación, que están reconocidos como la base de actuación del fondo de educación y promoción cooperativa de estas entidades de crédito. Así, cada campaña organizamos varias sesiones formativas en
diversas empresas cooperativas de toda España, orientadas a mejorar la capacitación de sus consejeros en técnicas básicas de gestión empresarial y otras materias de interés estratégico.
Todo ello para seguir avanzando en la profesionalización de los administradores y directivos de cada empresa, con objeto de contribuir a la mejora de la competitividad de sus organizaciones y a la aplicación de los principios del buen gobierno corporativo.
Un programa único en el sector
En los últimos cinco años, entre 2012 y 2017, unos 600 consejeros de 81 empresas cooperativas de primer y segundo grado de toda España y de todos los subsectores agroalimentarios (hortofrutícola, citrícola, vinícola y oleícola, fundamentalmente) han participado en los programas formativos de Cajamar. Además, las sesiones formales,
desarrolladas en la misma sede de cada empresa asociativa, se han complementado con convocatorias puntuales sobre temas de especial interés, como la gestión del regadío, las posibilidades de la biotecnología aplicada al sector agroalimentaria o, más recientemente, el impacto de la Xylella fastidiosa en los frutales.
De cara al curso que acaba de comenzar, el área de Innovación Agroalimentaria de Cajamar ha diseñado la nueva ‘Formación Cajamar ADN Agro-Food’, una completa oferta configurada por seis programas específicos, dirigidos a los diferentes segmentos que participan en la cadena de valor y adaptados a los diversos momentos de su ciclo vital: Programa Futuro, Programa Lidera, Programa Supera, Programa Oportunidad, Programa Innova y Programa
Continua. Con un enfoque eminentemente práctico, cada uno de ellos presenta un plan de estudios y un claustro de profesores renovados y adaptados a las nuevas exigencias del sistema agroalimentario global, con la participación de expertos profesionales en el ámbito de la contabilidad y las finanzas, la planificación, la economía agroalimentaria y el marketing y la comunicación digital.
De cooperativa a cooperativa
Con más 1,4 millones de socios y 3,5 millones de clientes, el Grupo Cooperativo Cajamar lidera la banca cooperativa en España y es una de las principales entidades de economía social de nuestro país. Como grupo de crédito cooperativo se define por hacer realidad un modelo propio de banca de proximidad centrado en las personas como eje del desarrollo local sostenible, ofreciendo soluciones financieras especializadas a cooperativas, pymes, emprendedores y autónomos, que conforman el núcleo de nuestro tejido productivo.
Las cajas rurales del Grupo Cajamar nacieron en el seno del cooperativismo, para facilitar el acceso a los recursos financieros que necesitaban nuestros productores y cooperativas agroalimentarias para comercializar y competir en el mercado global. Con el paso del tiempo, y conforme ha ido evolucionando la propia realidad económica y social de nuestro país, han ampliado y diversificado su orientación fundacional a otras actividades generadoras del desarrollo local extendiendo ese apoyo al emprendimiento al resto de los sectores productivos.
Actualmente es el grupo cooperativo de referencia de nuestro país, y uno de los agentes de nuestra economía que más valor y empleo contribuyen a generar cada año.
Para garantizar el futuro de las cooperativas y del conjunto de la economía social, Cajamar fomenta la modernización de sus estructuras productivas y de comercialización, al tiempo que actúan como agentes de difusión de las innovaciones agronómicas y de capacitación de técnicos y gestores, con una oferta de transferencia de conocimiento y tecnología singular y única en el sector, coordinada desde sus centros experimentales de referencia en el ámbito de la agricultura mediterránea.