La póliza de crédito es la forma instrumental de una operación financiera por la que una entidad financiera otorga a la empresa el derecho a endeudarse hasta una determinada cantidad durante un período prefijado.
La entidad financiera pone a disposición cierta cantidad de dinero, de la cual se podrá disponer hasta ese límite. De forma que sólo se pagarán los intereses por las cantidades efectivamente dispuestas y no por la totalidad del crédito concedido.
Para financiar inversiones a corto plazo
Las pólizas de crédito se articulan por medio en una cuenta corriente (de crédito) y es habitual referirse a ellas también como cuentas de crédito, explica su entrada en la Wikipedia.
Es por tanto un instrumento financiero adecuado para cubrir las necesidades de fondos a corto plazo. Los vencimientos acostumbran a ser entre seis meses y dos años. Aunque también es común operaciones a más largo plazo con vencimientos prorrogables tácitamente si no hay denuncia previa del contrato por las partes.
Dadas las características de los créditos se utilizan para financiar parte del ciclo a corto plazo o ciclo de explotación de las empresas:
- Una parte de la inversión en activo corriente es financiada por los proveedores cuando conceden a la empresa la posibilidad de aplazar el pago de las compras.
- El resto de la inversión a corto plazo se puede financiar mediante la póliza de crédito. Aunque siempre puede haber alternativas de financiación a corto como son los recursos propios, el descuento comercial, el factoring, el préstamo, los mercados monetarios para las grandes empresas y un largo etcétera.
Qué elementos forman una póliza de crédito
Tal y como podemos ver, explican en el blog Salmón, los elementos que tiene una póliza de crédito son:
- Capital máximo disponible o límite. Que es el importe máximo de préstamo que podemos disponer en la póliza de crédito.
- Vencimiento. Las pólizas de crédito tienen duración determinada. Normalmente a un año. Aunque pueden tener mayor duración en función de las condiciones pactadas.
- Comisiones aplicables y tipos de interés. Como cualquier producto financiero, en una póliza de crédito vamos a encontrar costes por comisiones y por supuesto intereses.
Al fin y al cabo, la póliza de crédito es un préstamo de disposición voluntaria y variable con límite superior de crédito y vencimiento pactado previamente.
La ventaja fundamental de la póliza es que el tipo de financiación se adapta a nuestras necesidades. Como podemos hacer tanto disposiciones como imposiciones, en realidad estamos pagando por la financiación que realmente necesitamos en cada momento, y no por todo el capital disponible, como ocurriría en los préstamos.
Otra ventaja es que, por regla general, las pólizas de crédito se renuevan anualmente, mientras que los préstamos no pueden ser renovados, teniendo que volver a constituir otro.