El otoño es una estación en la que se va a caballo del gazpacho a las castañas, de las ensaladas a las legumbres. Todo cabe en esta estación sinfónica en la que la luz baja de tono y el calor abre la puerta a los primeros fríos. Tras los meses veraniegos por excelencia, julio y agosto, ahora es fundamental retomar las sanas y buenas costumbres e incidir en tomar cinco raciones diarias de fruta y verdura para mantener una dieta perfectamente equilibrada.
La decisión de alimentarse con productos de temporada siempre es inteligente, máxime si además son de cercanía. La idea es aprenderse los ciclos de las materias primas para alimentarse, estar convenientemente informados y llevar todo este conocimiento en cada temporada a nuestra cocina y a nuestra mesa con platos nutritivos y sanos.
Para ello, nada mejor que tener a mano un buen listado de los productos de temporada que se pueden disfrutar:
- Verduras de temporada; Ajo, berenjena, calabacín, calabaza, cebolla, espinaca, judía verde, lechuga, nabo, pepino, pimiento, puerro, rábano, remolacha, repollo, tomate, zanahoria.
- Frutas de temporada: Albaricoques, aguacate, caqui, chirimoya, ciruelas, frambuesas, granadas, higos, kiwi, mango, manzana, melocotón, melón, membrillo, nectarina, paraguayos, pera, sandías, uvas.
- Pescados de temporada: Pez espada, congrio, almejas, atún, dorada, cabracho, sardina, sepia, nécora y cazón.
Todos estos productos de temporada están a tu disposición en tus comercios locales y en tus supermercados. Muchos de ellos son de proximidad y con garantía de tratamiento responsable y ecológico.
En esta estación se potencia el consumo de la dorada. Es un pescado muy económico y que se puede preparar de muchísimas maneras. También puedes disfrutar de unas ricas almejas antes de que sus precios suban cuando se acerque la Navidad.
Y si tu presupuesto es muy ajustado recuerda que siempre puedes recurrir a las sardinas (y si no es ajustado también, porque la verdad es que están muy buenas).
Recuerda también que aún perdura buena parte de la cosecha de verano (todas las frutas, buenos tomates, sardinas…), que sigue madurando y son cada vez más dulces. Pero a su vez aparecen nuevas frutas y hortalizas que anuncian la transición de verano a otoño.
