Septiembre es el mes que marca el final de las vacaciones para la mayoría de las personas. Sin embargo, sigue siendo verano todavía durante tres largas semanas que pueden ser aprovechadas perfectamente para descansar y viajar. El mes de septiembre está lleno de ventajas que pueden convertir tus vacaciones en una experiencia fantástica.
Para empezar, las temperaturas son de lo más agradables en septiembre. Al revés que en julio y agosto, con calor sofocante por doquier, el mes de septiembre modera y suaviza el rigor caluroso y se está de maravilla en cualquier sitio, con temperaturas de lo más agradables que huyen del calor insoportable y pegajoso.
Una segunda cuestión del todo relevante es que al empezar el curso escolar hay menos gente en los destinos turísticos más relevantes. Las aglomeraciones de turistas bajan, no tendrás que pelearte por un hueco en la arena o esperar una larga cola para disfrutar de un museo. Poca gente viaja en estas fechas y es mucho más sencillo y relajante sacar el máximo partido a tus vacaciones.
Precios más ajustados
La oferta y la demanda varían durante el mes de septiembre, de forma que la oferta se mantiene pero al haber menos gente de vacaciones la demanda cae en picado. La conclusión es obvia, los precios disminuyen en prácticamente una media del 30%. De esta forma, la economía es uno de los grandes motivos por los que escoger este mes último del verano.
Por otro lado, unas vacaciones durante el mes de septiembre son más sencillas de organizar. Al haber menos turistas no hace falta tanta planificación, la necesidad de realizar reservas pasa a un segundo plano y puedes adaptar tu viaje vacacional a las necesidades de cada momento.
Elige un destino a placer. Ya no hay “completos” por prácticamente casi ninguna parte. Y en la inmensa mayoría de los lugares que quieras visitar no tendrás problema para encontrar vuelos u hoteles. Por si fuera poco, los lugares más caros habrán bajado de precio, un gran abanico donde puedes escoger.
Otro tipo de turismo
Ir a la contra de los demás tiene en este caso una ventaja añadida. Si te vas de vacaciones en septiembre significa que habrás trabajado durante los meses de julio y agosto, cuando habitualmente la carga de trabajo disminuye porque la plantilla está en su mayoría de descanso. En septiembre se retoma el pulso laboral con fuerza… pero tú estás disfrutando tus merecidas vacaciones.
Además, el mes de septiembre es un momento interesante para practicar el turismo cultural de altura. Si eres por ejemplo un apasionado del cine, en este mes puedes acercarte a descubrir los festivales internacionales de San Sebastián o Venecia al mismo tiempo que paseas por estas bellas ciudades aprovechando la agradable temperatura.
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