Contaminación, polución, ruido, tráfico, consumo, economía, seguridad, humo. Todas estas palabras están asociadas no ya a los vehículos como los coches, sino al transporte motorizado que nos rodea en las ciudades.
El cambio climático, la consecuencia de la conjunción de todas ellas si tenemos encima en cuenta los factores y los datos de los procesos de industrialización nos harán ver que de alguna forma hay que pensar en una forma lógica, apropiada y sostenible de combatir estos perniciosos efectos.
La bicicleta, en primera instancia, parece ser llamada a contribuir en este proceso. Durante los últimos años venimos asistiendo a la proliferación de toda una serie de documentos y directrices más o menos vinculantes que apuestan por la necesidad de diversificar y potenciar los modos de transporte más sostenibles en las ciudades:
- El transporte colectivo.
- Los desplazamientos a pie.
- La bicicleta.
Esta necesidad surge del desproporcionado papel que está adquiriendo el vehículo privado en gran parte de los entornos urbanos de los países desarrollados. Esta situación es causa de graves costes tanto ambientales como económicos y también distorsiones sociales y culturales que afectan a la sociedad urbana.
Razones para apostar por la bicicleta
En definitiva, el apogeo de la movilidad motorizada privada en las ciudades produce una merma para todos los demás medios de transporte. Lo que, a su vez, conlleva la elección del medio de transporte percibido como menos vulnerable: el coche, realimentando de esta forma el proceso de la motorización.
El Libro Blanco de Transporte de la Comisión Europea asume que los problemas de tráfico no pueden subsanarse únicamente a través de la construcción de nuevas infraestructuras.
Las bicicletas, paulatinamente, siguen tomando las ciudades y se erigen como una alternativa saludable y menos contaminante a la hora de movernos por ellas. Aquí tienes una batería de razones que te pueden hacer animarte a utilizar la bici en la ciudad.
En efecto, si eres de los que todavía no se mueve en bici por la ciudad, sea cual sea la tuya, estas son siete razones por las que pasarte a las dos ruedas y por las que utilizar la bicicleta para acudir a tu trabajo y para moverte en tu tiempo de ocio:
- No contamina.
- Puede mejorar tu salud cardiovascular.
- Moverse en bici supone ahorrar.
- Suele ser más rápido.
- Es un buen anti-estrés.
- Es un ejemplo para los más pequeños de la casa.
- Favorece otros hábitos saludables.
Además, la tecnología verde va de la mano del uso de las bicicletas. El mercado tiene ya una buena variedad de modelos de bicis eléctricas que, manteniendo la sostenibilidad, permite con su motorización que las cuestas y los desplazamientos más duros sea vuelvan un agradable paseo.
De esta forma, el boom de las bicicletas eléctricas lleva unos años acompañándonos, su uso se extiende cada día más. Y eso se debe a los enormes beneficios que proporciona, ya que utilizarlas de manera continuada puede ayudar a nuestra salud, a cuidar el medio-ambiente y, sobre todo, mejora sensiblemente la movilidad en lo que a la ciudad se refiere. Las bicicletas, y las bicis eléctricas, parecen haber llegado para quedarse.