Se calcula que en todo el planeta unos 5.700 millones de toneladas de residuos plásticos no pasan por una planta de reciclaje. De hecho, cada año van a parar al mar unos 8 millones de toneladas de estos desperdicios. Demasiada basura para un material que suele empezar a biodegradarse a partir de los 450 años.
Y es que, mientras que la producción de plástico alcanza hoy un ritmo vertiginoso, nuestra capacidad para reciclarlo no crece a la misma velocidad, máxime considerando que en torno a un 40% de todo el que producimos cada año es desechable. Y que una buena cantidad de esta proporción se usa en envases diseñados para tirarlos a los pocos minutos de adquirirse.
Es el caso, entre otros, del plástico con el que se envuelven los alimentos frescos en los supermercados o los envoltorios de numerosos productos de uso común.
#DesnudaLaFruta para denunciar el exceso de plástico
Y si no te convences, dale un vistazo al hashtag #DesnudaLaFruta en redes: mandarinas a las que se les despoja de su piel para meterlas en cubos de plástico, papayas enteras partidas en dos y envasadas en una bandeja de plástico y recubiertas por más plástico, brócoli envuelto en film de plástico.
En efecto, La iniciativa #DesnudaLaFruta denuncia el excesivo uso de plástico en la comercialización de frutas y verduras, y llena las redes de fotos que muestran el despilfarro de un material que no se biodegrada.
Detrás de la campaña están Isabel Vicente, ingeniera agrónoma al frente del blog dedicado a sostenibilidad y medioambiente La Hipótesis Gaia, y Fernando Gómez y Patricia Reina de la web Vivir Sin Plástico.
El uso innecesario de este material llevaba años inquietando a Isabel, que se dio cuenta de que “la sección de frutas y verduras se estaba volviendo una locura: frutas envueltas una a una, bandejas agrupando hortalizas… todos eran envases prescindibles”.
Teniendo en cuenta el aumento de la sensibilidad de los consumidores en temas medioambientales, la campaña se ha convertido en un clamor, y las redes se han llenado de imágenes de denuncia, agrupadas a través del hasthag #DesnudaLaFruta.
Pautas para utilizar envases de plástico
Además de los plásticos que cubren fruta y verdura hay que tener en cuenta el uso de los envases plásticos para alimentos. Está muy generalizado, ya que resultan útiles para conservar y almacenar alimentos.
Pero también plantean ciertas cuestiones, como si supone un riesgo descongelar o calentar la comida en estos envases en el microondas o si todos sirven para las mismas funciones. Y una de las principales dudas es la posible migración de sustancias químicas a los alimentos.
Para una utilización segura, primero debe comprobarse que son de uso alimentario, que se encuentran en buen estado y que no tengan cortes o cualquier otra imperfección. Es importante recordar que buena parte de la seguridad de estos envases depende de cómo se emplean y limpian.
Las instrucciones de uso ayudarán a saber cómo utilizar el envase, ya que en ellas deben especificarse las condiciones de temperatura y tiempo. Además, deberán tenerse en cuenta otras pautas, como:
- Lavar los recipientes bien después de cada uso para evitar que, con el tiempo, acumulen manchas y olores.
- No calentar en el microondas alimentos con bolsas que no sean específicas para ello.
- No emplear la tapa para calentar, ya que en la mayoría de los casos no soportan las altas temperaturas.
- Si se congelan, deben evitarse golpes y posibles cortes que puedan estropearlos.