La Tierra, el Planeta Azul, tiene una edad de 4.543 miles de millones de años. Es un lugar agradable, con océanos, agua fresca y potable, y una atmósfera que permite desarrollar vida. De momento, y probablemente, es el único lugar de la galaxia, de la Vía Láctea, y de todo el universo conocido, donde la vida puede nacer, crecer y multiplicarse. Sobrevivir y generar. Pese a este milagro de la ciencia, desde hace poco más de treinta años, la llamada de nuestra Tierra para ser felices y disfrutar de la vida no encuentra la respuesta adecuada. La Humanidad comunica.
Para responder a esta llamada nació un movimiento telúrico. Tras varios intentos realizados con mayor o menor éxito, en 1990 se organiza de nuevo el Día de la Tierra, esta vez en todo el mundo. La celebración fue todo un éxito: más de un millar de ONGs organizaron actos en 140 países para responder a la llamada de la Tierra.
Del éxito de la convocatoria se estima que participaron del orden de doscientos millones de personas. Al igual que en la primera celebración dos años después se celebró otra macro cumbre mundial. Se llamó la Conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro de 1992. Esta cita global despertó grandes esperanzas y fue la mayor conferencia celebrada hasta el momento, no sólo en número de participantes sino de asistencia de jefes de gobierno.
El problema es que las expectativas no quedaron satisfechas, perdiéndose una oportunidad única de iniciar un cambio de rumbo para construir un mundo más justo, seguro, próspero y sostenible.
Invertir en el planeta, lema de 2022
La importancia entonces de la fecha del 22 de abril, Día de la Tierra, es máxima. Por ello, miles de organizaciones y millones de personas se movilizan en el planeta por el medio ambiente.
Llegamos este año 2022 a una nueva celebración del Día de la Tierra. Esta vez el lema es «Invierte en nuestro planeta«. El cambio climático está afectando a todos los ecosistemas, provocando nuevos problemas de salud y afectando a la economía mundial.
“Tenemos la oportunidad de restaurar la Tierra y hacer frente a estos problemas. Y debemos hacerlo no solo porque nos preocupamos por el mundo natural, sino porque vivimos en él. Un planeta sano no es una opción, es una necesidad”, explican desde Naciones Unidas.
Los mensajes de este año se centran en que “necesitamos actuar (audazmente), innovar (ampliamente) e implementar (equitativamente). Empresas, gobiernos y ciudadanos estamos representados y a la vez somos responsables de llevar a cabo una verdadera alianza por el planeta”, añaden para explicar la convocatoria. “El tiempo es corto, invirtamos en nuestro planeta”.