El término reciclaje se ha hecho presente en nuestro vocabulario diario. En las aulas de los colegios, los pequeños dedican muchas horas de actividades a la sostenibilidad y a aprender la importancia del reciclaje. Hay supermercados que ya no sirven, ni siquiera cobrando, bolsas de plástico para llevarnos a casa a la compra. Es como si hubiera empezado un movimiento y no parara nunca de crecer.
El reciclaje es necesario. Es un proceso cuyo objetivo, según define Wikipedia, es convertir desechos en nuevos productos o en materia prima para su posterior utilización. El reciclaje es una de las partes imprescindibles en la regla de las 3R: Reducir, Reciclar y Reutilizar, para tener un mundo verde y sostenible.
Cada vez se recicla más y mejor
El reciclaje en datos demuestra la importancia de esta práctica que nace en nuestros propios domicilios con el esfuerzo de todos en reciclar. En efecto, gracias a la colaboración de todos, hemos conseguido que en España ya se recicle el 77,1% de los envases de plástico, latas y briks y los envases de papel y cartón.
Además, en 2017, cada habitante depositó 13,96 kg de envases de plástico, latas y briks en el contenedor amarillo (+5,76% que en 2016) y 16,1 kg (+3,87% más que en 2016) en el contenedor azul, en todo el territorio nacional.
Esto ha sido posible gracias a la colaboración de 47 millones de ciudadanos, 8.000 ayuntamientos y más de 12.000 empresas. En concreto, a través de la red de 378.272 contenedores amarillos y 212.852 contenedores azules distribuidos por toda la geografía española, (12.893 más que el año anterior) se ha logrado que el 99% de los españoles tengan acceso a la recogida selectiva de estos residuos con una media de un contenedor cada 100 metros.
5 razones para reciclar
Además de la concienciación y de los datos, hay cinco razones que muestran por qué es importante reciclar:
- Ahorramos energía y luchamos contra el cambio climático.
- Usamos menos materias primas.
- Fabricamos nuevos productos.
- Creamos puestos de trabajo.
- Preservamos el medio ambiente
¿Qué y dónde se puede reciclar?
Las diferentes opciones de reciclaje doméstico son:
1.- Contenedor amarillo
Donde se reciclan:
- Botellas y envases de plástico: productos de higiene y limpieza, tarrinas, bandejas, envoltorios y bolsas.
- Envases metálicos: latas, bandejas de aluminio, aerosoles, botes de desodorante tapas y tapones metálicos.
- Briks de leche, zumos, sopas.
2.- Contenedor azul
- Papel y cajas de cartón: envases de alimentación, calzado, productos congelados, papel de envolver, papel de uso diario.
3.- Contenedor verde
- Botellas de vidrio: vino, cava o licores.
- Frascos de vidrio: perfume, colonia o similar.
- Tarros de alimentos: mermelada, conservas, vegetales.
4.- Contenedor normal
Es el contenedor para otro tipo de residuos como alimentos, plantas, materiales orgánicos.
5.- Aceite
Muchas ciudades tienen contenedores para depositar el aceite usado en las cocinas de casa.
6.- Pilas
De igual forma, hay contenedores repartidos por distintos puntos de las localidades donde se depositan las pilas, altamente contaminantes, para su reciclaje.
7.- Muebles
Contacta con tu Ayuntamiento para preguntar por el servicio de recogida y reciclaje de muebles y enseres. Suele estar regulado y es un servicio gratuito.
8.- Puntos limpios
Están situados en las afueras de las localidades y son los lugares adecuados para dejar la basura como los electrodomésticos viejos o cualquier tipo de aparato tecnológico. Son gestionados por los propios Ayuntamientos.