En «House of Cards» la serie que arrasa en las pantallas de medio mundo desde hace un par de años, el protagonista, Frank Underwood, interpretado por Kevin Spacey, se ve en una escena común en muchos de los capítulos. Cuando el importante político estadounidense llega a casa tras una agotadora e intrigadora jornada de trabajo, desconecta de las presiones y de las tensiones jugando con una consola de videojuegos.
Las consolas están ya presentes en todos los lugares, en todos los momentos y para todas las personas. Unos datos bien contextualizados permiten comprobar la importancia de este sector que cuenta miles de seguidores y mueve millones de euros:
- Un 40% de la población española juega habitualmente a videojuegos.
- Los niños de entre 11 y 14 años representan la franja con más jugadores.
- El sector facturó el año pasado 996 millones de euros en España.
- Se vendieron casi diez millones de videojuegos y más de un millón de consolas.
Un mercado en crecimiento
¿Te parece mucho? Es tan solo el comienzo, porque las previsiones apuntan a que El mercado de videojuegos en España crecerá un 3,5% hasta 2021, cuando alcanzará los 1.067 millones de euros de ingresos.
En efecto, en los próximos años, las ventas físicas de los juegos seguirán siendo el principal canal de ingresos, aunque apps y juegos online crecerán rápidamente. Los eSports empiezan a despegar, y sus ingresos aumentarán un 32,5% hasta 2021.
Esto da pie a entender a la perfección el concepto de «La guerra de las consolas» sobre el que en un principio recaía la cuestión de qué compañía, qué tecnología, qué marca o qué videojuego era el que triunfaba en el mercado, en cada temporada y atesoraba una cuota de mercado millonaria.
Fueron míticas las luchas por el mercado en los años noventa, cuando se acuñó el término y la pelea entre Nintendo y Sega llegó a popularizarse. Hasta que llegaron los nuevos formatos, donde reina la Play Station, en sus distintas denominaciones.
Pautas para un adecuado uso de las consolas
Pero cuando llega el verano, la guerra toma otros derroteros, sorprendentes si cabe. El ocio, el tiempo libre, las vacaciones, hacen que todos los miembros de la unidad familiar, los que pueblan el hogar, tengan todo el tiempo libre para dedicarse a los videojuegos, a las consolas. Y es entonces donde nace la verdadera «guerra de las consolas«, justo cuando acaban las clases y el colegio y empiezan las vacaciones de verano.
No es lo mismo que Frank Underwood llegue a casa y, casado pero sin descendencia, encienda la consola cuando él lo crea conveniente. El blog de la marca Hero Baby pone el dedo en el botón de arranque: «Los conflictos sobre entretenimiento entre padres e hijos han pasado de las típicas peleas sobre no jugar más a la pelota, dejar los juguetes porque hacen ruido, o no salir a la calle a no coger el móvil, no ver películas en la tablet, no jugar a tal videojuego en red o estar pendiente de si nuestros hijos usan demasiado el WhatsApp, o hablan con desconocidos a través de las redes sociales. Todo un giro de 365 grados. Muchos padres confiesan en foros de psicología su agotamiento ante la realidad de una generación de niños entre los 4-10 años que, incluso en edades tan tempranas, muestran un increíble interés por opciones de entretenimiento audiovisual tipo tablets o móviles que, aunque muchas veces sirven a los padres para mantenerlos concentrados y distraídos, otras veces se tornan en discusiones al costar poner límites debido a su componente adictivo«.
¿Qué se puede hacer ante este tipo de situaciones? Consumer, la revista de Eroski propone ocho pautas para moderar el uso de los videojuegos en los niños. Y parte de la base que jugar con videojuegos en consolas, tabletas u ordenadores no tiene por qué ser una actividad nociva para los niños, siempre que se haga con moderación.
El propio Parlamento Europeo afirma que un buen uso de los dispositivos de juego en menores promueve algunas habilidades como la creatividad infantil o la cooperación. Las ocho pautas para limitar el tiempo de uso de las consolas son:
- No utilizar los dispositivos para callar al niño.
- Marcar los horarios de uso y respetarlos. El Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría aconseja limitar el uso de las videoconsolas en menores a un máximo de dos horas diarias.
- Moderar la compra de videojuegos.
- La consola es de los padres.
- Ofrecer actividades alternativas en casa.
- Programar salidas al aire libre.
- Padres compañeros de juegos.
- Promover las relaciones con niños de su edad. Los niños necesitan niños.