Cada 24 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Investigación contra el Cáncer, fecha que tiene como objetivo seguir impulsando los proyectos e investigaciones que buscan ayudar en la lucha contra el cáncer, logrando mejor calidad de vida en los pacientes o la cura definitiva de ciertos tipos de tumores.
Siempre se habla de la prevención, de los datos, de la anticipación en el diagnóstico, en los tratamientos y en la supervivencia, (qué concepto tan perverso). Pero parece lógico pensar que si ponemos el foco en la investigación podremos obtener mejores resultados de todos estos conceptos.
Investigación de nuevos tratamientos, de nuevos fármacos, de nuevas terapias, la combinación de estas y la puesta práctica de una visión 360 del paciente donde su tratamiento se personalice y abarque más aspectos que el puramente oncológico, mejorando así los devastadores efectos secundarios.
Aumento en la cifra de cánceres detectados
Según cifras de la Asociación Española contra el Cáncer los nuevos casos en España han seguido aumentando progresivamente durante los últimos años. En 2021, concretamente, aparecieron 285.530 casos nuevos según cifras. Y esto supuso un 2,36% más respecto al año anterior.
El tipo de cáncer más común tanto en hombres como en mujeres fue el de colon y recto. Y el segundo más común en el caso de los hombres, es el de próstata. Y el cáncer de mama es el segundo más detectado en mujeres. En 2021 se diagnosticaron 34.088 y en 2021 fueron 34.333 las mujeres diagnosticadas.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) presentó el 1 de febrero de 2022 los datos del informe “El cáncer en España en 2022”, en el que se prevé que se diagnostiquen 280.100 casos nuevos, con mayor predominancia en hombres (166.066) que en mujeres (120.035).
Además, pocos son conscientes de que esta lotería de enfermedad tambalea nuestra economía. Según el informe “Impacto económico y social del Cáncer en España” realizado por la consultora Oliver Wyman para la AECC, con datos de 2018, de los 19.300 millones de euros que cuesta el cáncer a España, el 45 por ciento lo asumen las familias, situándose el 40 por ciento de la incidencia en la población en edad laboral.
Tratamientos farmacológicos en espera de aprobación
Con todos estos datos parece lógico pensar que la mejor opción sea IMPULSAR LA INVESTIGACIÓN ya que se trata de la única herramienta que puede arrojar luz a esta enfermedad.
Nos puede pasar a cualquiera. Afecta y afectará a un número altísimo de personas que serán tratadas con técnicas y tratamientos que tienen más de 10 años. Porque hay una decena de tratamientos farmacológicos contra el cáncer de mama metastásico que están pendientes de aprobación en España por la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) a pesar de haber sido aprobados por la Agencia Europea. En alguno de los casos, hace más de dos años, lo que impide que miles de pacientes lo reciban.
Y es que nos falta conciencia de lo importante que es invertir en investigación. Aunque hay pequeños avances, es evidente que nos falta apostar cien por cien en proyectos de investigación, como única salida. Pero la falta de recursos y la escasez de talento, que escapa a otros países a investigar allí, nos definen.
Según un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la producción de publicaciones científicas españolas en el ámbito del cáncer se encuentra por detrás de algunos países con más población, como Estados Unidos, China, Alemania o Reino Unido. La mayor parte de los fondos públicos que financian la investigación del cáncer en España proceden del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), según un estudio de la AECC.
No podemos conformarnos. La perspectiva del tiempo nos dice que es posible encontrar la solución a esta enfermedad como ya se ha hecho con otras igual de desconocidas. Hay que intentarlo. Pidamos investigación.
