Hay una certeza nueva a la hora de comprar un automóvil nuevo. Más allá del precio, del color, de las prestaciones, del modelo y de la marca, el tipo de combustible se ha convertido en un factor clave a la hora de inclinar la balanza de la elección hacia un coche u otro.
La culpa la tiene un mercado cada día más diversificado en el que se puede elegir entre todo tipo de modelos que funcionan con distintos combustibles, ya sean gasolina, diésel, gas, híbrido o, el último grito, eléctricos.
Hasta hace relativamente poco tiempo, las únicas dudas se generaban entre el consumo de gasolina; es decir, si éste era o no elevado, lo que dependía directamente tanto de la potencia del coche como de la forma de conducirlo. Y entre si se optaba por un modelo de gasolina o de gasóleo. Se hacían cuentas, se calculaban kilómetros y la elección la daba directamente el resultado de estas sencillas cuentas.
Ahora todo se ha vuelto un poco más complicado. Sigue habiendo motores de gasolina y de gasóleo pero también se encuentran en el mercado motores con gas o con diversas formas de electrificación. A todo esto hay que añadirle un turbio horizonte legislativo, fundamentalmente a corto plazo, lo que termina de complicar las cuentas que tienen que hacer los potenciales compradores.
1.- Gasolina
Si se disfruta de un único vehículo, como suele ser frecuente, es la alternativa más convincente.
2.- Gasóleo
Se cuestionan la movilidad urbana de los coches particulares de gasóleo, aunque a nivel europeo no existe discriminación alguna entre ambos combustibles (gasolina y gasóleo). Sigue siendo recomendable para el medio rural
3.- Gas Licuado del Petróleo (GLP)
Son coches sin restricciones de autonomía puesto que combinan dos depósitos, uno para la gasolina (aunque cada vez con menos capacidad) y otro para el gas licuado del petróleo (GLP), que extiende significativamente su alcance. El litro de GLP cuesta de promedio la mitad que el de gasolina,
4.- Gas natural comprimido
Partiendo de un motor de gasolina, se le monta un segundo depósito para este combustible, de modo que funcione primero con el GNC y pase a la gasolina cuando éste se agota. Es incluso más económico que el GLP y tiene mayor capacidad energética,
5.- Híbridos suaves
La última tendencia en el sector de la automoción son los denominados híbridos suaves, microhíbridos o mild hybrid en inglés. Es el primer paso en la electrificación de un motor de combustión, recurriendo para ello un pequeño motor eléctrico alimentado por una batería auxiliar de escasa capacidad
6.- Híbridos
Sus virtudes de menor consumo, y por tanto emisiones, son más apreciables en ciudad que en carretera, donde pierden buena parte de sus ventajas. Se trata, en consecuencia, de coches más adecuados para quienes se desenvuelven en el tráfico urbano,
7.- Híbridos enchufables
Los principios técnicos son idénticos a los anteriores pero con el añadido de que las baterías, además de con la energía cinética, se pueden recargar al conectarlas a la red eléctrica.
8.- Eléctricos
En la cima de la eficiencia se encuentran los eléctricos puros, coches que cuentan con un motor único sin emisiones, la etiqueta 0 por antonomasia y sus baterías como única fuente de energía. La oferta de las marcas es cada día superior y durante 2020 aparecerán interesantes modelos.
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