Este 27 de febrero, al igual que todos los años se celebra el Día Mundial del Trasplante de Órganos. Un día tan especial se inventó para agradecer a todas aquellas personas que han salvado vidas. Desde médicos que han realizado trasplantes hasta a las personas que han donado cualquier tipo de órgano para estas intervenciones quirúrgicas.
Además, esta jornada también se celebra para conmemorar todos los avances tecnológicos que permiten que gracias a estas operaciones se estén salvando vidas. Dicho lo cual, los tres elementos necesarios para que a alguien, por algún motivo evidente, se le haya ocurrido inventar este día son:
- Donantes.
- Médicos.
- Tecnología.
¿En qué consiste un trasplante de órganos?
Un trasplante de órganos consiste en una operación en la que se recogen tejidos, órganos o células de una persona y se le añaden a otra. Normalmente, los trasplantes se realizan cuando a una persona no le funciona una parte de su cuerpo correctamente. Por eso se la sustituyen por la de otra persona que sea compatible.
Parece sencillo. Le quitan a una persona un órgano y se la ponen a otra. No. No todo es tan fácil como parece. Lo más difícil es encontrar un donante compatible. Es por esto por lo que existen largas colas de espera de pacientes que buscan donantes durante largos periodos de tiempo. Hasta que con suerte un día reciben una llamada y pasa al quirófano.
Una vez los médicos hayan hecho la intervención, existe el riesgo de que el trasplante nuevo no sea aceptado debidamente por el cuerpo de la persona. Por lo que existen riesgos bastante importantes, entre los que se encuentra, incluso, el fallecimiento del receptor del transplante.
No obstante, en los últimos años ha habido muchas actualizaciones tecnológicas que han hecho que los riesgos a la hora de trasplantar se reduzcan de forma considerable. Pero no solo eso, también han conseguido empezar a trasplantar partes del cuerpo que hasta hace un tiempo eran impensables, como por ejemplo la cara.
La primera vez que se realizó un trasplante total de cara fue en 2010 en el hospital universitario Valle de Hebrón en Barcelona por un equipo de 25 profesionales dirigidos por el doctor Joan Pere Barret.
Aunque años más tarde el paciente muriera, se puede reconocer que éste fue un trasplante que marcó un antes y un después. Sobretodo porque se mostró al mundo que gracias a la tecnología y la preparación médica que hay, se está yendo por buen camino en el ámbito de los trasplantes.
España, un ejemplo a seguir en el mundo de los trasplantes de órganos
El Día Mundial del Trasplante de órganos es una fecha que tiene mucha relación con España, ya que es el país pionero no solo a la hora de realizar trasplantes, sino también en número de órganos donados. Nuestro país posee una tasa correspondiente al año 2016 de 40,2 donantes por millón de habitantes. Además, durante ese mismo año hubo 2.018 donantes y se realizaron 4.818 trasplantes. Unos datos realmente excepcionales.
Estas estadísticas no solo son algo puntual a las que se haya llegado en los últimos años. La verdad es que 2016 fue el vigésimo cuarto año consecutivo en el cual se sitúa al país en cabeza de este ranking de donaciones y trasplantes.
Además, cada vez hay más donantes en España. Según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en 2016 aumentó un 11% el número total de donantes, por lo que podemos ver que España es un país muy solidario en este aspecto, ya que donar una parte de tu cuerpo supone el hecho más bondadoso que una persona puede hacer.
Hablando de números no cabe la menor duda de que en España se estén haciendo bien las cosas. Por eso, el país puede decir en voz alta que es el lugar donde las listas de espera para encontrar un donante son más cortas. Mucha parte de culpa de esta situación la tiene la Ley española de Trasplantes.
Una ley que se basa en dos premisas de oro que son las siguientes:
- La primera es que no se puede donar ningún tipo de órgano si no es con intención únicamente solidaria.
- La segunda es la equidad en el acceso del trasplante. Esto quiere decir según la ONT que: “todos tenemos el mismo derecho y las mismas posibilidades de recibir un trasplante, independientemente de nuestro lugar de residencia o de cualquier otra coyuntura personal”.
En definitiva, la mayoría de las personas conocemos a alguien que haya tenido que pasar por una operación de trasplante. Así que celebremos en su honor este 27 de febrero, el Día Mundial del Trasplante.