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El ahorro en casa pasa siempre por una reducción del consumo eléctrico. Se puede afrontar de diversas formas, pero siempre hay que afrontar un proceso de cambio de hábitos y analizar cómo vivimos y qué podemos hacer para amoldarnos. Estos cambios se plasman en siete consejos para reducir el consumo eléctrico en casa.

1.- No hace falta conectar todos los electrodomésticos a la vez

La potencia eléctrica contratada, llamada también término fijo, se mide en kw (kilovatios) e indica la cantidad máxima de energía que podemos consumir en un mismo instante. Cuanta más potencia tengamos, más electrodomésticos podrán estar funcionando al mismo tiempo.

Ahora entran en cuenta los hábitos. Podemos detectar que no necesitamos encender muchas cosas a la vez, de forma que podemos reducir la potencia. Cuanta menos potencia tengamos, menos pagaremos en nuestras facturas.

Un ejemplo. Probablemente no hace falta poner al mismo tiempo la lavadora, el lavavajillas y pasar el aspirador mientras asas un pollo en el horno. Si te organizas, lo puedes hacer en momentos distintos y así se baja la potencia contratada y se ahorra dinero.

2.- Una casa son también sus habitaciones

Tienes que hacer el esfuerzo de pensar que tu domicilio está compartimentado en habitaciones. No hace falta que lo calientes o enfríes en su totalidad. Organiza cómo se usa tu casa, qué habitaciones son utilizadas en cada momento de la jornada y consume energía de forma apropiada al uso que se hace de tu casa. El simple hecho de calentar únicamente la habitación en la que vamos a estar, cerrando el resto de puertas, puede hacer que la factura baje a la mitad.

3.- Utiliza las puertas como aislantes

Las puertas tienen que estar cerradas. Y si se cierran por estancias pueden convertirse en cámaras estancas que hacen las veces de aislantes. Un aislante artificial que amortigua las pérdidas.

4.- Invertir en electrodomésticos para ahorrar

Los electrodomésticos que ya van cumpliendo años gastan más energía que los actuales, que están concebidos para ser energéticamente eficientes. Puedes invertir dinero en un frigorífico nuevo, que con su ahorro de energía, estará totalmente amortizada en una media de diez años. A partir de entonces, empieza a generar ahorro.

5.- Cambia la bañera por la ducha

Hay que cambiar los hábitos de higiene personal. En ningún caso hay que limitarlos, simplemente hay que adecuarlos. Cada minuto de ducha gasta entre 8 y 15 litros de agua, un bien escaso y que además te cuesta dinero.

6.- Cocinar el ahorro en casa

La cocina es un lugar perfecto para ahorrar energía. Puedes tratar de cocinar varios platos a la vez sin tener que cambiar tus hábitos. para ello puedes programar el menú semanal, hacer uso de todos los fuegos, de forma que el calor de uno ayude al otro. Hablamos de céntimos por plato, pero céntimos gratuitos que de otro modo perdemos.

7.- El sol es el rey

Si no lo has hecho ya, cambia todas las luces de tu casa y pon LED. Son muy eficientes. Si ya las tienes puestas, poco margen de maniobra queda, pero siempre está la iluminación natural para poder sacar provecho. Por ejemplo, coloca los puntos de lectura y estudio junto a las ventanas y balcones con luz natural. Ahorrarás siempre energía.

 

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