La campaña de la declaración de la Renta 2025 ya está en curso. Aunque puede resultar algo compleja, hay una serie de aspectos que conviene tener en cuenta. Por ello, es recomendable seguir unos consejos básicos para completar el proceso con éxito.
1.- Hazla tan pronto como puedas
Es un consejo fundamental para evitar agobios y las prisas de última hora. No esperes hasta el final y gestiona tu declaración de la Renta en cuanto tengas toda la documentación disponible. Tienes casi tres meses para presentarla ante la Agencia Tributaria.
Dedica el tiempo necesario para resolver cualquier duda o recopilar la información adicional que puedas necesitar. No olvides marcar los plazos en tu agenda y procura realizar el trámite sin prisas.
2.- Organiza toda la documentación
En los meses previos a la apertura del plazo de presentación, habrás recibido diversa documentación relativa al IRPF de 2024, procedente de fuentes como tu banco, tu empresa o donaciones a ONGs.
Esta documentación es clave para contrastar los datos reflejados en el borrador de tu declaración y asegurarte de que no existen errores que puedan afectar al resultado final.
3.- Revisa bien las deducciones
Es muy importante comprobar todas las deducciones a las que tienes derecho en tu comunidad autónoma, basadas en situaciones vividas durante 2024. Algunas deducciones habituales están relacionadas con maternidad, familia numerosa, alquiler de vivienda, compra de vivienda habitual o aportaciones a planes de pensiones.
4.- Apóyate en la tecnología
Hoy en día existen aplicaciones diseñadas para ayudarte con la declaración de la Renta, que identifica oportunidades de ahorro fiscal que no siempre aparecen reflejadas de forma automática en el borrador de Hacienda.
5.- Mantente informado sobre las novedades
Cada año se introducen cambios normativos que afectan a la declaración de la Renta. Para el ejercicio 2024, destacan:
- La actualización de los tramos del IRPF para adaptarlos a la inflación.
- Nuevas deducciones por eficiencia energética en viviendas.
- Cambios en las aportaciones máximas deducibles a planes de pensiones individuales, que continúan limitadas en comparación con años anteriores.