La gestión de los insumos es uno de los factores clave para el éxito en la rentabilidad de una explotación agroalimentaria. En los últimos años el incremento de aporte tecnológico a los distintos procesos productivos, ha contribuido a mejorar la eficiencia del sector.
Para hacernos una idea de la importancia de los consumos intermedios en el sector agroalimentario, indicar que el valor de la producción agraria en 2017 ascendió a 48.000 millones de euros, mientras el de los insumos alcanzó el 45 % de este importe.
Desde el año 2013 se observa un importante crecimiento del valor de la producción agraria. Esto se ha debido al incremento de los precios y superficie agrícolas, y al importante aumento de la cabaña ganadera, a pesar del descenso de los precios medios de esta última.
En cambio, en lo que respecta al valor de los insumos para este mismo periodo se aprecia una estabilización, motivado en gran parte al decrecimiento del precio medio en un 7,76 %, poniendo de manifiesto la mejora en el manejo de estos, y repercutiendo así en un incremento del margen de explotación para los sectores implicados.
Los piensos, base de nuestra ganadería
Como se puede observar, los piensos representan el 49 % del valor total de los insumos, y en este sentido la composición de la alimentación es fundamental para la ganancia de peso de los animales en sus distintas fases productivas. Los distintos tipos de formatos, granulados, en forma de harina o líquidos, ayudarán en su correcto equilibrio a mejorar el índice de conversión, incrementando así la rentabilidad de la granja.
Este elevado porcentaje se justifica debido a que los costes de alimentación en una granja pueden llegar a representar hasta el 75 % de los gastos totales de explotación, y esto pese a la notable mejoría en los procesos tecnificados de las granjas modernas.
En el periodo 2013-2017 el valor de los piensos consumidos se redujo levemente, ya que aunque la cabaña ganadera se ha incrementado en más de un 10 %, el precio medio descendió en un 13,13 %.
Las dos comunidades autónomas con mayores consumos son Castilla y León, donde predominan el porcino, ovino y bovino, y Cataluña, principalmente con explotaciones de porcino.
Fertilizantes, agroquímicos y semillas definen la agricultura
El volumen de fertilizantes y fitosanitarios comercializados en los últimos 5 años se ha visto incrementado en un 7,5 % aproximadamente, si bien el comportamiento del precio medio ha sido bien distinto: el de los fertilizantes disminuyó en un 13,76 %, y el de los fitosanitarios se ha visto incrementado en un 16,34 %.
El valor de las semillas y plantones se incrementó en un porcentaje similar al del valor de la producción agrícola, motivado por el aumento de superficie, unido al alza del precio medio en un 16,91 %. Las principales regiones son Andalucía y Castilla y León, y los subsectores más representativos, cereales (32 %), plantones (27 %) y hortícolas (20 %).
El reto de la energía
El valor de la energía total consumida durante los últimos 5 años ha disminuido en un 6,3 %, debido a un descenso en el precio medio de un 5,17 %.
La energía eléctrica representa el 48 % del consumo energético, y en este apartado sí se observa un importante incremento del 41 %, superando así los 885 millones de euros, debido al alza de los precios de las compañías eléctricas.
Por tanto, se pone de manifiesto la importancia del empleo de energías renovables, que han contribuido al descenso global de la energía consumida en los últimos años. Y no cabe duda que de cara a un sistema agroalimentario más sostenible, tendrá que seguir evolucionando en este sentido.
¿Y mañana qué…?
La optimización de los recursos es clave en el éxito de una explotación agraria, por tanto, el apoyo de las nuevas tecnologías y la especialización de los empresarios agrarios, deben contribuir a incrementar la rentabilidad de nuestro sector.
La estabilidad del valor de los insumos durante los últimos años ha de ser la base para a partir de ahora aplicar los sistemas de precisión que tengamos a nuestro alcance, que nos permitan disminuir en la medida de lo posible los inputs consumidos, y contribuyan a la sostenibilidad de nuestro sistema productivo.
Por otro lado, hemos de continuar ofreciendo productos de la máxima calidad, lo que nos permitirá abrir nuevos mercados, y seguir así incrementando nuestras exportaciones.