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El deporte se lleva bien con la salud y con la tecnología. Todo empezó con la medición del tiempo, con los cronómetros, para comprobar las marcas personales y el establecimiento de récords, ya sean mundiales, olímpicos o los de tu colegio o club deportivo.

La medición del tiempo en el deporte fue el primer asalto de una hermosa batalla que ha llevado a los deportistas a poder cumplir al milímetro el viejo lema olímpico: ‘Citius, Altius, Fortius’: Más rápido, más alto, más fuerte.

Medir para mejorar el deporte

Con la mejora en las máquinas de medir el tiempo llegó también la capacidad de mejorar los propios elementos que describían cada deporte. Llegó entonces con la aplicación de la tecnología a estos componentes una nueva mejora global.

Los balones de cuero del fútbol empezaron a ser, con los modelos Tango, Azteca y Etrusco, un cúmulo de avances tecnológicos. Lo mismo pasó con la propia vestimenta de los deportistas. Las zapatillas de deportes fueron el siguiente paso en la evolución y tienen ahora en su diseño y confección tanta tecnología como nuestro propio teléfono móvil.

Quedaba una nueva vuelta de tuerca en esta ecuación que dirimen el deporte, la salud y la tecnología. La forma de medir al instante, en tiempo real, y de forma analizable y compatible el esfuerzo que el deportista realiza en cada instante, de forma que no ponga en ningún caso en peligro su estado de salud. Y, en ese momento, nacieron los pulsómetros.

Y han llegado para quedarse. Porque apenas hay ahora un deportista que no cuente con la ayuda de un pulsómetro para medir su respuesta física al esfuerzo.

Qué es un pulsómetro

Un pulsómetro es una herramienta que mide la frecuencia cardíaca en tiempo real. El pulsómetro consta de dos elementos:

  1. Una correa transmisora para el pecho.
  2. Un receptor que puede ser un reloj, un ciclocomputador, nuestro teléfono móvil,…

La cinta del pecho tiene electrodos en contacto con la piel para controlar de manera electrónica las pulsaciones del corazón. Cuando se detecta uno los latidos del corazón se transmite una señal de radio que el receptor utiliza para determinar la frecuencia cardíaca.

Esta señal puede ser un simple pulso de radio o una única señal codificada desde la correa de pecho, que impide que otro usuario cercano que use también un transmisor semejante reciba la señal, conocida como diafonía.

¿Cuál es la frecuencia cardíaca máxima?

Aquella que no debes rebasar sin peligro para tu salud, Existe una regla para poder calcularla. Consiste en restar al número 220 tu edad. Esta regla te demuestra que cuanto más joven seas, más pulsaciones por minuto podrás alcanzar en un ejercicio aeróbico dentro de un rango que no implique riesgo para tu salud.

Por ejemplo, si tienes 60 años, réstalos de 220. 160 serán las pulsaciones como máximo que podrás alcanzar realizando un esfuerzo físico. O, si tienes 20 años, podrás llegar a las 200 pulsaciones por minuto en tus ejercicios.

Sin embargo, es muy importante dejar un margen y no sobrepasar las 170 pulsaciones por minuto en un lapso de tiempo no muy largo, de minutos, y dependiendo del estado físico de cada cual.

 

Recuerda seguir una dieta sana y equilibrada. #ADNAgroFood

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