En septiembre hemos celebrado el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Como parte de las celebraciones del 30 aniversario del Protocolo de Montreal y en el marco de este Día Internacional, la Secretaría del Ozono lanzó la campaña #héroesporelozono, informa la Organización de las Naciones Unidas.
Esta campaña ha tenido el objetivo de «resaltar los principales logros del citado Protocolo en la protección de la capa de ozono y el clima. También tiene por objetivo aumentar su reconocimiento público y generar un mayor nivel de apoyo en su nuevo mandato para eliminar los hidrofluorocarbonos que calientan el clima bajo la Enmienda de Kigali, adoptada en 2016«. Los materiales de la campaña y otra información sobre este importante hito están disponibles en www.ozoneheroes.org.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recuerda que «la capa de ozono es una franja frágil de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares, contribuyendo así a preservar la vida en el planeta. Sin embargo, la utilización durante años de ciertos productos químicos la dañaron, poniendo en peligro nuestra propia existencia y la del resto de seres vivos del planeta«.
Calentamiento global y cambio climático
En coincidencia con esta campaña, aprovechamos para recordar que «la capa de ozono que protege la vida en la Tierra de la radiación ultravioleta sigue debilitándose. Aunque su manifestación más visible, el agujero sobre la Antártida, se está cerrando, la concentración de ozono atmosférico en otras latitudes del planeta sigue bajando. Los científicos aún no saben qué está resquebrajando el cielo protector, aunque señalan dos posibles culpables, ambos humanos: partículas de origen industrial o el cambio climático«, como explica el diario El País.
En efecto, además del problema con la capa de ozono en primer lugar, la cuestión del calentamiento global y el cambio climático nos ofrecen también datos que nos tienen que llevar a cuidar la Tierra.
El calentamiento global y cambio climático se refieren al aumento observado en más de un siglo de la temperatura del sistema climático de la Tierra y sus efectos. Múltiples líneas de pruebas científicas demuestran que el sistema climático se está calentando. Muchos de los cambios observados desde los años 1950 no tienen precedentes en el registro instrumental de temperaturas.
Además de proteger la capa de ozono y evitar el cambio climático y el calentamiento global, en tercer lugar aparece la deforestación como otro de los grandes problemas que afectan a la salud de la Tierra. La deforestación arrasa los bosques y las selvas de la Tierra de forma masiva causando un inmenso daño a la calidad de los suelos. Los bosques todavía cubren alrededor del 30 % de las regiones del mundo. Talar árboles sin una eficiente reforestación resulta en un serio daño al hábitat, en pérdida de biodiversidad y en aridez.
En cuarto lugar aparece la contaminación, que asfixia las grandes ciudades. Sin ir más lejos, casi una veintena de municipios españoles ha sobrepasado los límites de contaminación este año. Por último, encontramos el problema de los residuos urbanos y su clasificación, almacenamiento y reciclaje.