La hipertensión es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. Para entenderlo mejor es importante definir la presión arterial. El corazón ejerce presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. Esta acción es lo que se conoce como presión arterial. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación.
La hipertensión es un factor de riesgo para los problemas cardiovasculares por lo que hay que controlarla de forma regular, sobre todo a partir de los cuarenta años. Si está desajustada, hay una serie de acciones que practicar para cambiar tu estilo de vida para luchar contra la hipertensión.
1.- Lo único bueno de fumar es dejarlo
Es el principal enemigo que hay que batir. Dejar de fumar tiene más beneficios para la hipertensión que cualquier medicamento, ya que al poco de dejar el hábito los niveles de presión arterial mejoran radicalmente.
2.- Evitar la sal
Para la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la sal es una droga. Y no solo por los efectos perjudiciales que provoca en nuestra salud, sino también por la alta capacidad adictiva que posee. Asimismo, también hay que cuidar el colesterol. Esta sustancia grasa, al acumularse en las arterias, impide la normal circulación del flujo sanguíneo, lo que puede propiciar la aparición de hipertensión.
3.- El alcohol
El consumo de alcohol aumenta las tasas de mortalidad por enfermedades hepáticas, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Pero sin llegar a tanto, el alcohol también aumenta la presión arterial. Y si ese aumento de la tensión ya resulta peligroso entre los que tienen unas cifras normales de presión arterial, entre los hipertensos es una bomba de relojería que puede estallar en cualquier instante.
4.- El deporte es la mejor solución
El deporte es una vía excelente para combatir la hipertensión. Al realizar ejercicio físico se produce un bombeo de sangre hacia los músculos que los hace más eficientes, por lo que el corazón no se ve obligado a bombear con tanta fuerza. El deporte, sea el que sea, también dilata los vasos sanguíneos, por lo que al tener un mayor diámetro la presión es menor.
5.- Menos sobrepeso…menos hipertenso
La incidencia de la hipertensión en las personas obesas es de dos a tres veces superior que entre las que tienen un peso normal. Pero la buena noticia es que perder peso es mucho más efectivo para rebajar la tensión arterial que cualquier otra medida antihipertensiva que uno pueda desarrollar.