En cualquier sector productivo, es necesario desarrollar una programación del producto que se fabrica para garantizar el éxito de cualquier suministro. En todos ellos existen dificultades para abordarlo con total precisión, especialmente en el sector agrario. Posiblemente la complejidad esté directamente relacionada con la infraestructura de protección, pudiendo ser más fiable cuanto mayor es el grado de tecnificación. Por esa razón las producciones que se realizan al aire libre, generalmente al estar más expuestas a las inclemencias del tiempo y posibles siniestros, suele ser más difícil ajustarlas a la demanda establecida. Cuando eso mismo se traslada a la fruticultura, en comparación con un cultivo hortícola, el número de variables es mayor y todavía resulta más complicado diseñar una programación a la carta, en cantidad y calidad. Incluso bajo invernadero, especialmente la producción bajo uno del tipo mediterráneo, dotado generalmente de una menor tecnología, también resulta complicada una programación con un buen grado de exactitud, debido a que las condiciones climáticas influyen extraordinariamente sobre el desarrollo y productividad de estos cultivos. En aquellos invernaderos con buena estructura, altamente tecnificados, en los que se viene desarrollando un control de clima con un nivel de tecnificación importante, generalmente es posible realizar una programación más certera, aunque como se dice vulgarmente “esto de la agricultura, no funciona igual que una fábrica de hacer tornillos”.
ajamar en sus Centros Experimentales ha venido desarrollando estudios sobre numerosos cultivos, analizados bajo diferentes tipos de estructuras y aire libre, que le ha permitido recopilar una gran cantidad de información que puede ayudar a diseñar posibles programas con desarrollos que facilitan la elección de una variedad, conocer resistencias a plagas y enfermedades y técnicas adecuadas de producción. Es importante conocer para cada zona de cultivo el comportamiento local de las variedades: que garanticen las exigencias comerciales, que se adapten a las condiciones climáticas y edafológicas de la zona, que toleren posibles alteraciones y riesgo de sufrir fisiopatías, así como tolerancia a condiciones abióticas. Cajamar con todo ello ha publicado alguna ficha de transferencia como la nº 22 Aspectos clave para diseñar un programa de producción en coliflor así como algún comunicado de El Huerto de Cajamar dando a conocer esos estudios de comportamiento de material vegetal, diseño de programas de producción, igualmente el libro Cultivos hortícolas al aire libre en el que aparecen calendarios de producción para la mayor parte de los cultivos abordados en esa obra.
Sin duda alguna esta información, acompañada de condiciones climáticas, permiten confeccionar calendarios de producción que garanticen un suministro continuado de producto de la máxima calidad, determinando momentos de siembra o plantación, elección de las mejores variedades para cada fecha, cálculo adecuado de períodos de recolección, con el fin de poder establecer un programa de producción lo más ajustado posible.
Las nuevas herramientas tecnológicas, aprovechando información acumulada en estos trabajos de investigación, puede ayudar a mejorar programas o aplicaciones de móvil, que faciliten el diseño de esos programas de producción, que junto con condiciones y predicciones climáticas podrían mejorar la fiabilidad, períodos y ritmos de recolección.