Las formas de entender el dinero en las distintas culturas tienen bases similares pero resultados diferentes. Además, siempre evolucionan a lo largo de los siglos y de las épocas. El dinero no ha sido siempre como lo conocemos hoy en día, una serie de monedas metálicas y unos billetes.
A lo largo de la historia ha adoptado diferentes aspectos. Por ejemplo, se han empleado todo tipo de metales, en forma de barras y lingotes, ornamentos, utensilios agrícolas, instrumentos musicales o armas, sin olvidar otros materiales como mercancías agrícolas, piezas de tela, piedras, conchas o cuentas de vidrio.
El origen del dinero
La historia del dinero comienza con la utilización de metales preciosos como forma de pago, en Mesopotamia, alrededor del año 1500 AC. La acuñación de monedas comienza alrededor del siglo VI al VII AC con la primera ceca de moneda.
Según el historiador griego Heródoto, las primeras monedas metálicas surgieron en Asia Menor, en el siglo VIII A C, cuando el rey lidio Giges se propuso simplificar la recaudación de los impuestos y su almacenamiento.
De todas las monedas que se acuñaron en esa rica región, la más famosa es el león de Lidia, cuyo anverso exhibe la figura de este felino. Sin duda es la más bella de la antigüedad clásica, pero su datación sigue siendo tema de debate entre los numismáticos.
El desarrollo de las actividades comerciales, sobre todo a través del imperio romano, favoreció la utilización de las monedas metálicas. Desde entonces, eran los estados los que tenían el monopolio de la acuñación de las monedas. Solían tener un sello grabado: la figura de un dios, el busto de un emperador o algún otro símbolo característico de esa sociedad. Estas marcas garantizaban tanto la pureza como el peso del material con que la moneda había sido fabricada.
El dinero en China
En China se usaba como moneda de pago un tipo de concha marina antes de que existiera el yuan tal como se conoce en la actualidad. Estas conchas se llamaban cowrie o cauri, y con ellas se realizaban trueques.
Con el paso del tiempo se dejaron de usar estas conchas y el sistema de pago avanzó, reemplazando las cauri por unas monedas de bronce llamadas huan qian. El motivo de que se acuñaran en bronce es que China ya entonces llevaba mucho tiempo trabajando este material.
Estas monedas aparecieron poco antes de la dinastía Qin, allá por el año 220 a.C. Durante la dinastía Han, del año 206 AC. al 22 DC., las actividades comerciales sufrieron un gran crecimiento y se permitió a las personas acuñar sus propias monedas, lo que provocó un gran problema de falsificaciones y devaluación de algunos tipos de monedas.
El dinero en África
En el África profunda, la moneda occidental no se empezó a admitir en algunos pagos hasta el siglo XVI, es decir, con la llegada de los comerciantes europeos. Pero, de hecho, los dineros tribales eran los únicos aceptados en el mercadeo del día a día.
Se trataba de diferentes objetos-moneda que cambiaban en función de su propia tradición material, pero que tenían en común el hecho de que la comunidad que los empleaba les otorgaba un valor económico, social o sagrado, facilitándoles las funciones tradicionales del dinero. El interés estético y el refinamiento de sus formas convirtieron estas monedas en objetos deseados.
El dinero en América
En el momento de la llegada de los españoles al territorio de lo que hoy llamamos América, a finales del siglo XV, las sociedades autóctonas basaban sus transacciones de bienes en el trueque y en la utilización de algunos productos muy apreciados, por los cuales se podían obtener muchos otros a cambio. Para las sociedades mesoamericanas el cacao fue el producto que cumplió una función similar al de las monedas.
Con el proceso de conquista emprendido por los españoles, la moneda empezó a sustituir a las antiguas formas de intercambio con el fin de utilizarla para la mano de obra para la producción de la tierra, para el trabajo en las minas y el cobro de tributos.