El metaverso es un concepto que hay que explicar para entender el reto que supone, el horizonte que abre y la importancia que puede llegar a tener. De primeras, la palabra se utiliza para describir una experiencia inmersiva y multisensorial en el uso aplicado de diversos desarrollos tecnológicos inmersivos en Internet.
En un sentido más amplio, el metaverso puede no solo referirse a los mundos virtuales, sino a las experiencias multidimensionales de uso y aplicación de Internet en su conjunto, especialmente el espectro que combina la web 2.0, la realidad aumentada, la tecnología de tercera dimensión y la realidad virtual.
El metaverso es uno y son múltiples. El metaverso empezó tecnológicamente a popularizarse hace ya casi quince años con la salida al mercado de un producto denominado Second Life. Corría el año 2007 y la Web 2.0 empezaba a explotar y a acaparar tanto titulares como la atención del público justo cuando empezaban a asomar la cabeza las ahora tan tremendamente populares redes sociales.
Entonces, las cifras de Second Life eran apabullantes. Pero ridículas si las comparamos con las que se manejan hoy en día. El mundo virtual en tres dimensiones producido por Linden Labs, que todavía existe, movía entonces a millones de dólares y de personas. Así, la población total rondaba los nueve millones de personas. Los residentes permanentes, es decir, aquellos que habían entrado en Second Life al menos una vez en los últimos sesenta días, eran 1.639.000 y las transacciones diarias sumaban 800.000 euros. Los usuarios simultáneos eran 40.000.
Lo dicho, una auténtica barbaridad hace quince años. Actualmente, la comunidad de Second Life cuenta con 750.000 usuarios activos mensuales. Además, en el año 2015, el producto interior bruto de su mundo virtual fue de 500 millones de dólares (más que algunos países pequeños), y el juego proporcionó 60 millones a los que tuviesen negocios virtuales en él.
El metaverso de Facebook
El metaverso ha cobrado ahora de nuevo relevancia gracias a Facebook. Facebook ahora se llama Meta, y según acaba de presentar su dueño, el magnate Mark Zuckerberg, es su gran apuesta de futuro: desarrollar una especie de mundo virtual, el metaverso, en el que la compañía pretende que todos pasemos una buena parte de nuestras vidas.
Facebook sabe que tiene que evolucionar, entonces el metaverso es su gran apuesta, declaran los especialistas. Los incentivos económicos para hacerlo no son baladíes. Según un informe de Bloomberg Intelligence, el Metaverso supone actualmente una oportunidad de negocio de 500.000 millones de dólares, cifra que ascenderá a los 800.000 millones en 2024 y a los 2,5 billones en 2030.
De acuerdo con otro informe de la consultora PwC, el sector de la realidad virtual y la realidad aumentada (VR y AR, por sus siglas en inglés, respectivamente) repercutirá en la creación de 24 millones de puestos de trabajo a nivel mundial de aquí a 2030.