El verano es una de las estaciones del año donde las alergias pueden ser especialmente complicadas porque se producen en un momento en que se necesita descansar después de un curso de duro traba,jo. El verano es la estación del año donde más nota nuestro cuerpo los cambios en los hábitos que nos acompañan tradicionalmente en nuestro día a día.
En verano se está mucho más tiempo de la jornada al aire libre y exponemos nuestro cuerpo y nuestra piel al sol y a sus radiaciones solares. Además, también buscamos la forma más adecuada y cómoda para refrescarnos por lo que, en primer lugar, se producen alteraciones importantes en nuestra dieta alimenticia. Algo que hay que realizar de forma adecuada para no encontrar sorpresa alguna.
Por otro lado, buscamos el agua para refrescarnos y disfrutar de estos días de verano y de vacaciones. Aquí entra el factor del agua de las piscinas, que por razones higiénicas están tratados con numerosos productos químicos, siendo el cloro es uno de los principales. Y, por supuesto, la playa, donde el agua del mar nos sacia las ganas de frescor.
Tipos principales de alergias durante el verano
En todos estos cambios de hábitos y de ambientes, con nuevas dietas, nuevos productos y exposiciones más largas al aire libre y a la radiación solar es donde nuestro cuerpo puede sufrir alguna alergia en verano. A continuación tienes algunas de las casuísticas y características así como una tipología de alergias.
Todo ello aderezado con unos consejos y remedios para paliar las consecuencias tan negativas que tienen las alergias, precisamente, en el momento más importante del año dedicado a disfrutar y a descansar.
La alergia, según se define en la Wikipedia, “es una reacción inmunitaria del organismo frente a una sustancia generalmente inocua para el anfitrión, que se manifiesta por unos signos y síntomas característicos cuando este se expone a ella (por inhalación, ingestión o contacto cutáneo)”.
De todas las alergias que existen y que afectan a un tercio de la población mundial, cinco son características del verano:
- Los insectos. Mucho cuidado, porque una reacción alérgica a la picadura de un mosquito puede llegar a ser mortal. Las personas alérgicas deben consultar con su médico especialista si se desplazan a lugares en la naturaleza para ir provistos de epinefrina.
- El cloro. Se trata del producto químico que se utiliza por razones higiénicas en las piscinas. Al mismo tiempo, es susceptible de causar asma.
- El humo. Las hogueras en los campamentos y el humo que producen las barbacoas, ambos casos tan típicos del verano, pueden provocar un ataque de asma.
- El polen. Es del verano y también de la primavera. Pero en verano se producen las clásicas tormentas que agitan el medio ambiente y las partículas de polen se trasladan a toda velocidad lo que facilita que se desencadenen las reacciones alérgicas.
- La fruta. El verano es territorio abonado a la llamada «fruta con pelo«. En efecto, los melocotones, y en algún caso también los melones, pueden producir sarpullidos en la boca a las personas alérgicas al polen.
Consejos para combatir las alergias
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica recuerda que los cambios de rutina y horarios, sobre todo en los menores, puede derivar en un mayor descuido en su tratamiento si tienen alergias. Por ello, recomiendan que los pacientes alérgicos extremen las precauciones en verano y que se tengan en cuenta los siguientes datos y consejos:
- Siete de cada diez reacciones alérgicas a alimentos ocurren al comer fuera de casa.
- Cremas solares, exposición al cloro, medicamentos anti-inflamatorios, ácaros o himenópteros pueden causar reacciones alérgicas durante la época estival.
- Los expertos recuerdan que quienes padecen algún tipo de alergia deberán viajar con la medicación recomendada por sus alergólogos.
- La Fundación SEAIC impulsa campamentos de verano para niños alérgicos controlados por médicos especialistas.