Después de dos años de silencio obligado a causa de la pandemia, el Informe de la Franquicia en España retoma su publicación para medirle el pulso a un sector que, por su propia naturaleza, se ha visto afectado de forma considerable.
Si antes del shock que para la sociedad significó la transmisión global del virus ya era evidente que nos encontrábamos en un entorno de cambio, el confinamiento y todo lo que sucedió después aceleraron muchas de las transformaciones en las que nos hallábamos inmersos. La digitalización de los procesos, la emergencia del trabajo en remoto, el uso creciente de la inteligencia artificial y los cambios en el comportamiento de los consumidores han modificado profundamente el campo de juego en todos los sectores, pero especialmente en el ámbito de las franquicias.
En este sentido, en el último informe publicado se constataba un cierto desgaste del modelo, con cifras de crecimiento de las enseñas, los establecimientos y el empleo cercanos a cero. La facturación, incluso, caía. Un punto de partida que no presagiaba nada bueno de cara a la crisis que se desencadenó con la pandemia.
Sin embargo, hay que reconocer que los datos que se presentan en este informe recuperan el pulso: se mantienen el número de enseñas y el de establecimientos, y al mismo tiempo crecen el empleo y la facturación del conjunto del sistema. Y todo esto en un ejercicio en el que aún no ha terminado de recuperarse por completo la actividad vinculada al turismo.
Es obvio, no obstante, que queda aún bastante por recuperar, pero el sector de la franquicia parece haber encontrado de nuevo la senda del crecimiento, haciendo frente a un entorno mucho más complejo que el precedente. Y que sigue complicándose. A los factores arriba mencionados, hay que sumar ahora los aumentos de costes, la inflación y los tipos de interés, que se materializan dificultando las decisiones de consumo de los hogares y encareciendo los procesos de producción e inversión de las empresas.
Es en los momentos difíciles donde se ponen a prueba las alianzas y, de la misma forma que hemos estado junto al sector en la travesía de la covid, en la banca cooperativa Cajamar nos comprometemos a seguir apoyando a las franquicias españolas, ofreciéndoles servicios financieros y asesoramiento profesional adaptados a sus necesidades.
Porque estamos seguros de que la franquicia en España sigue siendo un sector de futuro.