Polvo eres y en polvo te convertirás, dice la Biblia en el Génesis. También podría haber dejado escrito «agua eres y en agua te convertirás«. El cuerpo humano está compuesto en un 70% de agua, el cerebro se compone en un 70% de agua, la sangre en un 80% y los pulmones se componen en un 90% de agua. También las células de nuestros cuerpos contienen agua.
El agua es un esencial en nuestras vidas. “El acceso al agua potable reduce la expansión de numerosas enfermedades infecciosas. Necesidades vitales humanas, como el abastecimiento de alimentos, dependen de ella. Los recursos energéticos y las actividades industriales que necesitamos también dependen del agua”, explica Wikipedia.
Recomendaciones para una buena hidratación
La revista Consumer de Eroski, en un buen artículo titulado ‘La vida es agua, sin agua no hay vida’, resume las buenas prácticas para mantener una dieta líquida adecuada, máxime en estos meses de canícula, que se resumen en la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda beber al menos dos litros de agua al día para mantener el organismo sano e hidratado:
- No esperes a que la sed te avise. Adelántate y bebe esos dos litros de agua al día. Y si es verano, como en estas fechas, y practicas ejercicio, debes ingerir un aporte extra de líquido.
- Las dietas ricas en grasas y proteínas requieren más líquido para eliminar sus restos metabólicos, ya que estos alimentos contienen menos agua que otros productos.
- El calor, la humedad y el ejercicio físico aumentan notablemente los requerimientos de agua de nuestro organismo.
- Quienes padecen cálculos de riñón, arenillas o infecciones urinarias deben beber más líquido.
- Café, alcohol, té y otras bebidas similares son diuréticos e incrementan la eliminación de líquido por la orina. Cuidado con ellos.
- Infecciones, fiebre, vómitos y diarrea ocasionan una rápida pérdida de líquidos, a la que los ancianos y niños son más sensibles, que hay que reponer de inmediato. Un preparado de farmacia o un suero casero (agua con una pizca de bicarbonato y unas gotas de limón y azúcar) ayudarán a restituir de inmediato el liquido necesario.
- El envejecimiento va asociado a la desecación, a la pérdida de agua, que afecta a todos los tejidos del organismo, pero especialmente a la piel. Una óptima hidratación desde la infancia ayuda a mantener una piel joven.
Por su parte, el Instituto Europeo de Hidratación destaca otra serie de cualidades importantísimas de la ingesta del líquido elemento:
- Una adecuada hidratación es importante para un funcionamiento correcto del cerebro. Cuando estamos adecuadamente hidratados, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro se mantiene alerta.
- Mejora el tracto digestivo ya que el agua es necesaria en la disolución de nutrientes para que estos puedan ser absorbidos por la sangre y transportados a las células.
- El agua actúa como un lubricante para los músculos y las articulaciones: Ayuda a proteger a las articulaciones y a que los músculos funcionen correctamente.