El cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad. El cambio climático es el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias pueden ser devastadoras si no reducimos drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero.
De hecho, los impactos del cambio climático ya son perceptibles y quedan puestos en evidencia por datos como los siguientes:
- El aumento de la temperatura global en 2016 fue de 1,1 grados, el mayor de la historia de la humanidad.
- La subida del nivel del mar.
- El progresivo deshielo de las masas glaciares, como el Ártico.
Pero hoy también estamos viendo los impactos económicos y sociales, que serán cada vez más graves, como:
- Daños en las cosechas y en la producción alimentaria.
- Las sequías.
- Los riesgos en la salud.
- Fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas y huracanes.
En los peores escenarios probables que los expertos reflejan, el aumento de temperatura podría llegar a los 4,8 ºC para final de siglo.
El cambio climático es un problema global que alcanza una perspectiva ambiental, política, económica y social en la que las peores previsiones también implican enormes pérdidas económicas. Y es que cuanto más tardemos en actuar, mucho más elevadas serán las inversiones para la adaptación al aumento de la temperatura.
Todavía en 2016, el 85% de la energía usada en España provenía de combustibles fósiles o energía nuclear. De hecho España, junto con otros cinco países de la Unión Europea, acumulan alrededor del 70% de todos los gases de efecto invernadero del continente.
Cambio climático y riesgos financieros
El 29% de las grandes empresas españolas reconoce el impacto del cambio climático en su negocio. Aunque no informan de los riesgos financieros ligados a este fenómeno medioambiental, según el Informe Global de KPMG sobre las políticas de Responsabilidad Corporativa de 2017.
El estudio analiza a las cien empresas más importantes de 49 países, entre los que se incluye a España, y revela que cada vez son más las compañías que informan sobre “riesgos financieros ligados al cambio climático”, especialmente a partir de los últimos años.
A pesar de esta tendencia, en solo 5 países del mundo la mayoría de las 100 primeras empresas aluden a los riesgos financieros relativos al clima en sus informes financieros:
- Taiwán (88 %).
- Francia (76 %).
- Sudáfrica (61 %).
- Estados Unidos (53 %).
- Canadá (52 %).
En la mayoría de los casos, “es el Gobierno, el mercado de valores o el regulador financiero de dichos países el que determina la obligatoriedad o fomenta el desglose del riesgo vinculado al clima“, según el informe.
En el documento también se desglosa sectorialmente qué tipo de empresas son las que más reconocen el riesgo vinculado al clima en sus informes, siendo las empresas forestales y de papel (44%), química (43%), minería (40%) y petróleo y gas (39%) las más afectadas.