La noticia saltó en mayo de 2015: Dinamarca no quiere efectivo y se marca el horizonte del año 2030 para que monedas y billetes queden sin efecto en su país.
Según el artículo del diario El País, “la Cámara de Comercio ha abierto un debate con una reciente propuesta que quiere llevar al Parlamento: que los pequeños comercios tengan la posibilidad de rechazar monedas y billetes y admitir solo pagos con tarjeta o con el móvil”.
«Nosotros defendemos que los comerciantes puedan elegir y por tanto rechazar los pagos en efectivo«, explicaba entonces Sofie Findling Andersen, la encargada de esta campaña. «Eso no significa que se vaya a abolir el dinero físico. No ocurrirá a corto plazo, aunque la tendencia es que cada vez se usa menos«.
Un sistema propio de tarjetas
Lo importante es que no es una medida tan ajustada como podría serlo en otro tipo de sociedades. Ya que Dinamarca es un país donde ya se utilizan mucho las tarjetas de crédito para cualquier compra. No importa lo pequeña que sea ni el tipo de establecimiento. Hasta los puestos de comida en la calle las aceptan.
La mitad de los pagos se realizan con un sistema propio de tarjetas danés, DanKort; otro 25% con tarjetas de crédito tradicionales y la otra cuarta parte, en efectivo. El pago con dinero electrónico está experimentando un crecimiento notable.
Tras la noticia, llegó el 1 de enero de 2016, Y a partir del pasado Año Nuevo, comercios y negocios de ese país nórdico se podían negar a aceptar pagos en efectivo, según aprobó el Parlamento danés.
¿Cuáles son las ventajas reales del dinero electrónico respecto al físico?
- El efectivo es más caro. Cuesta producirlo, almacenarlo, hay gastos de transporte, existen comisiones por extraerlo del banco, etc.
- El efectivo se alimenta de tiempo. Cada estadounidense pasa 28 minutos al mes acudiendo al cajero automático. Y el conjunto de los mexicanos pasan 48 millones de horas al año en esta actividad, según su estudio.
- El efectivo provoca evasión fiscal. El gobierno estadounidense pierde 100.000 millones de dólares al año por pagos en efectivo que no se declaran.
- El electrónico es más ecológico. Los costes medioambientales del dinero físico, tales como contaminación por transporte y las talas de árboles para obtener papel no sólo para el dinero, sino para la burocracia de documentos que genera.
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