Los planes de pensiones son unos instrumentos de ahorro de futuro. Es un ahorro de previsión para fortalecer nuestra vida como jubilados, tras una larga etapa profesional. Las claves para descubrir la forma en que la fiscalidad afecta a tus planes de pensiones pasa por un conocimiento interno de ellos. Asimismo, hay que tener en cuenta las claves para maximizar los beneficios que aportan los planes de pensiones.
Este mes de abril da comienzo la campaña de la Renta para el ejercicio del año pasado. Es un buen momento para tener en cuenta las claves de la fiscalidad de los planes de pensiones. Así, es preciso conocer esta misma fiscalidad en los planes de pensiones, tanto individuales como de empleo, y cómo tributa el ahorro y tus inversiones.
Es fundamental desde este punto de vista conocer los límites que afectan a las aportaciones.Y también hay que estar a la última y saber todas las novedades fiscales con miras al próximo ejercicio.
Cómo aprovechar la fiscalidad de los planes de pensiones
Las ventajas fiscales de un plan de pensiones son variadas. Para empezar, es un instrumento muy socorrido y eficiente de ahorro a largo plazo. Sus efectos fiscales son dos y son diferentes entre sí:
Para empezar, las aportaciones realizadas generan una importante ventaja fiscal, al permitir desgravar el dinero aportado mediante una reducción de la base imponible del IRPF. Esto es, las aportaciones realizadas a planes de pensiones logran una disminución de los impuestos. La clave es que se retrasa el pago del impuesto de la Renta hasta el momento del rescate del plan. Este momento llega con la jubilación.
Hay que tener en cuenta por otra parte que si hemos recibido prestaciones del plan de pensiones, tributarán en el momento del rescate en el IRPF como rendimientos del trabajo personal. Las prestaciones están sujetas a retención y se integrarán en la base imponible general del impuesto, tributando según la escala progresiva de gravamen.
Es relevante tener esto en consideración, ya que si nos planteamos cobrar el plan de pensiones el mismo año de la jubilación el rescate se sumará al salario percibido hasta la jubilación y a la futura pensión pública. De este modo, la factura con Hacienda será probablemente más elevada que si esperáramos al año siguiente, donde solo contaremos con la pensión pública.
También, según la forma de cobro de la prestación elegida, la tributación variará. Al rescatar el plan de pensiones podemos elegir cómo hacerlo: en forma de capital, de renta o de forma mixta. Si optamos por hacerlo en forma de renta, nuestro tipo impositivo será más bajo, por lo que también reducimos la factura fiscal.
Además, si la prestación se recibe en forma de capital se practicará una reducción del 40% del rendimiento íntegro siempre y cuando las aportaciones sean anteriores al 1 de enero de 2007 y la prestación se perciba en el ejercicio en que acaezca la contingencia o en los dos ejercicios siguientes.
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