Varias cadenas recuerdan cómo se estrenaron en franquicia, las dificultades, cómo seleccionaron -y encontraron- a ese primer asociado.
¿Quién fue el primer franquiciado?
En esta etapa primigenia, las compañías suelen ir con pies de plomo. De hecho, es frecuente que las marcas prefieran recurrir a un emprendedor conocido y de confianza, antes que delegar la dirección de ese primer local a un desconocido. El comportamiento se da, sobre todo, en negocios
pequeños donde su proyección, a priori, es de ámbito regional y local.
Desde Hoy-voy, franquicia de autoescuelas, recuerdan que sus primeros franquiciados fueron dos emprendedores que anteriormente habían sido profesores de la misma escuela en Barcelona.
En esta línea, Gonzalo Juliani, director de Expansión de la franquicia de hostelería Shukran,subraya que siempre buscan a asociados dentro de la propia clientela del restaurante. «Se supone que
son personas fieles a nuestro concepto de negocio y a las les gusta nuestra comida».
¿Qué canales utilizaron para captar al primer franquiciado?
Las fórmulas para captar a franquiciados varían en función de la empresa y el sector donde opera. Por ejemplo, Marisa de Prada, gerente de la franquicia Delicias de Prada, especializada en tés e infusiones, aclara que ese primer asociado lo consiguieron en la Feria Expofranquicia de Madrid.
Por otro lado, Nemomarlin, franquicia de escuelas infantiles, contrató los servicios de una consultoría especializada en franquicias para el proceso de selección y captación, según informan desde la central.
Aimé, franquicia de moda y complementos para mujer, utilizó herramientas de marketing online a través de diversos portales.
Por su parte, Kumon, franquicia de actividades extraescolares, incorporó su primer franquiciado hace 25 años, época en la que utilizaban, sobre todo, anuncios en la prensa, en concreto en El País y en ABC.
¿Cuánto dura el proceso de apertura?
Esta cuestión depende de multitud de factores, como la búsqueda del local, la adecuación del establecimiento, las circunstancias del candidato, financiación y trámites, entre otros.
Desde la firma del contrato, Aimé fue muy rápida en el proceso, al inaugurar, en un mes, su primera franquicia. Del mismo modo, WTCustomizer, franquicia especializada en impresión 3D acuática, cerró el proceso en aproximadamente dos meses.
Delicias de Prada y Hoy-voy, por su parte, tardaron en abrir su primer local 6 y 8 meses, respectivamente.
¿Qué dificultades encontraron durante el proceso?
El período de apertura se alarga en función de los obstáculos que puedan afrontar las marcas durante el proceso.
Como comentamos anteriormente, la apertura de la primera franquicia de Delicias de Prada duró 6 meses. «El franquiciado ejercía en otro sector dentro de su propio local, por lo que hubo que reformarlo y adaptarlo a la imagen de nuestra marca. La dificultad principal fue la liquidación de todo su stock, algo que alargó el proceso».
Por otro lado, Juliani explica que tuvieron que rebajar las condiciones de la franquicia, sobre todo el canon de entrada.
Para otras franquicias, el principal problema fue la inexperiencia y la tramitación de documentos.»Tuvimos que partir de 0, creando todos los protocolos y adaptando toda nuestra tecnología para poder licenciarla», explican en Hoy-voy.
En Nemomarlin, mientras, tuvieron problemas «al tramitar licencias y para encontrar un franquiciado que confiase en nosotros».
Y no olvidemos, en este apartado, que ciertos asociados confunden el concepto de negocio de la franquicia con otras fórmulas de emprendimiento. Kumon relata su experiencia. «Algunos candidatos nos planteaban, de inmediato, otros caminos más parecidos a los que se estaban desarrollando en el mercado, con formato de academia. Y nosotros teníamos claro que nuestro modelo era, precisamente, nuestro mayor valor, con más de 50 años de experiencia en países muy diferentes. En el otro extremo se encontraban profesionales capaces de ver más allá del negocio y que reconocían la base pedagógica del concepto. Ellos se convirtieron en nuestros primeros franquiciados».
¿Cómo fueron esos primeros pasos?
Poner en marcha en una franquicia es un proceso arduo y costoso. La mayoría de las enseñas coinciden en que se trata de una etapa intensa. Comess Group, grupo que gestiona marcas como Lizarran y Pasta City, añade: «Al franquiciado se le da formación, al mismo tiempo que se adecúa el local seleccionado. Habitualmente, desde la firma, son dos meses hasta la apertura. Una vez realizada, continúa el proceso, con formación y apoyo en los primeros días de actividad y, por supuesto, a lo largo del contrato».
Por otro lado, Lola Yáñez, que abrió el primer centro Kumon en Arturo Soria hace 25 años, cuenta que se embarcó en una aventura ilusionante y con muchos riesgos: «Era la crisis de los 90 y acababa de quedarme en paro, pero yo era profesora de matemáticas y reunía las condiciones.»
¿Fue rentable la primera franquicia?
Desde Shukram, Juliani aclara que sí: «Es un local pequeño, pero tiene el rendimiento que estimábamos, y cada año crece entre el 6% y el 10%«.
Yáñez, primera franquiciada de Kumon. detalla como ha crecido su local con el paso de los años: «Preparada para abrir mi centro, la única dificultad era conseguir algún alumno. Empecé con mi hijo y dos niños más, en un aula alquilada dos horas, dos días a la semana. Al año conseguí los 20 alumnos que me hacían falta para graduarme y a los 5 años tenía 40 alumnos. Hoy tengo un centro donde más de 220 alumnos disfrutan del método Kumon».
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