En los tiempos que corren en los que todos los ámbitos de la vida están directamente relacionados con las nuevas tecnologías, cabe pensar que el Comercio Exterior que nos lleva a la globalización, a la interconexión entre países, entre gentes y cadenas de producción, no va a ser menos.
Sin duda, el desarrollo de Internet allá por los años 90, ha jugado un papel importante para los empresarios permitiendo llevar la información a cada compañía a través de buscadores. Y acercando clientes y proveedores a nivel internacional a través de las distintas redes sociales, como Linkedin.
Por otro lado, la creación en los años 70 de Swift, el proveedor de envío de mensajes financieros, utilizado por la mayoría de las entidades financieras del mundo para tramitar todas las operaciones internacionales, supuso un hito relevante en el Comercio Exterior.
Marcó un antes y un después mediante la unificación del lenguaje de comunicación entre bancos a nivel internacional. Y dotó al sistema financiero de una seguridad que lo hizo confiable y adecuado para instrumentar cualquier transacción de importación o exportación.
El valor de la Cámara de Comercio Internacional
Otro organismo que vela por el desarrollo y las buenas prácticas en el Comercio Exterior es la Cámara de Comercio Internacional. Que, entre otras cosas, se encarga de regular los distintos productos financieros utilizados en las transacciones de Negocio Internacional.
Ya en el año 2006, redactó un suplemento a las UPC (reglas y usos uniformes relativos a los créditos documentarios), denominado e-UPC, donde se regulaba la presentación de documentos mediante registros electrónicos.
Esta entidad tiene muy presente las actividades digitales de las empresas. Muestra de ello es que recientemente confeccionó la Guía de Ciberseguridad para los negocios, para concienciar a pequeñas y medianas empresas sobre la importancia de la seguridad en el ciberespacio.
El papel de la digitalización
Las autoridades europeas también son conscientes de la importancia de agilizar los trámites burocráticos a realizar por importadores y exportadores. Y, ahí, la digitalización juega un papel importante.
El 1 de mayo del 2016 entró en vigor el nuevo Código Aduanero de la Unión (CAU). Y, tal y como indica la Comisión, el 1 de enero del 2017 entrará en vigor el nuevo Registro de Exportadores (REX) para los países de la UE, entre otros.
El REX pretende ofrecer información actualizada sobre exportadores que se registrarán mediante comunicaciones electrónicas. Agilizándose los trámites para obtener, por ejemplo, los certificados de origen necesarios en cualquier exportación.
En nuestro país, la Agencia Tributaria cuenta con diversidad de servicios online relacionados con los trámites aduaneros. Destacan dos servicios:
- Intrastat, para declarar las operaciones realizadas con carácter intracomunitario, principalmente a efectos estadísticos.
- La obtención del DUA (Documento Único Administrativo) que constituye una declaración de importación o exportación y que no se expedirá hasta que no estén satisfechos los aranceles correspondientes.
Los documentos comerciales se siguen presentando en papel
Las entidades privadas también facilitan el comercio exterior utilizando las nuevas tecnologías.
Empresas como i-containers con su plataforma de consulta on-line de precios y rutas de transporte marítimo o DHL, con su seguimiento de envíos de documentación comercial a través de su página web, facilitan la labor de los intervinientes de las transacciones económicas con el exterior.
A pesar de todo esto, los documentos comerciales, base de las relaciones de compra-venta internacional, se siguen presentando en papel en muchos casos.
Está claro que las nuevas tecnologías han llegado para quedarse también en el Comercio Exterior. Aunque queda mucho camino por recorrer. No en vano, la sociedad tiene que unificar sistemas informáticos, procedimientos, costumbres, etc. de intervinientes que operan en todo el mundo.
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