El futuro a corto, medio y largo plazo es algo que no interesa vislumbrar para dirigir nuestra empresa. Aplicar una serie de técnicas ayudar a tu empresa a poseer una visión más clara y estratégica sobre el desarrollo futuro de tu negocio
1.- Análisis de tendencias del sector.
Investiga y monitoriza las tendencias emergentes en tu industria. Esto incluye cambios tecnológicos, métodos de trabajo y expectativas del consumidor. Un buen entendimiento te permitirá anticipar cambios y adaptarte a ellos.
2.- Define una misión.
Establece una misión y visión sólidas que guíen la dirección de tu empresa. Tener un propósito claro ayuda a alinear todos los esfuerzos y decisiones dentro de la organización.
3.- Desarrolla escenarios futuros y fomenta la innovación.
Crea múltiples escenarios que representen diferentes futuros posibles. Esto implica evaluar factores externos e internos que podrían influir en el crecimiento y la evolución de tu empresa. Estimula una cultura de innovación, donde se valoren las nuevas ideas y se facilite la experimentación. La capacidad de innovación puede ser esencial para adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado.
4.- Identifica la zona oscura.
Responde dos preguntas. La primera: ¿Qué tipo de futuro queremos ver?. Pero para completar este proceso, es aún más importante la segunda: ¿Qué tipo de futuro no queremos ver?”.
Significa que también deberás trazar el lado oscuro y no solo identificar las amenazas para su organización, sino también los posibles impactos negativos que sus futuras innovaciones puedan tener.
5.- La comunicación es esencial.
Tienes que comunicar de forma adecuada, de forma que una vez que has trazado los posibles futuros, debes asegurarte de que otras personas de la organización puedan entenderlos y, lo que es más importante, entusiasmarse con ellos. Por lo tanto, la creación de narrativas convincentes es clave.
Muchas veces sucede que puedes ir a dar una presentación, mostrar los hechos, cifras y proyectar hacia dónde se dirige el mundo, pero muchas veces eso no obliga a la gente a hacer nada diferente. Algunas empresas se han visto obligadas a duplicar la presentación y construir una narrativa estratégica donde los datos que habían recopilado se utilizaron para establecer una visión compartida e incluso se convirtieron en cómics con la ayuda de escritores de ciencia ficción.