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La sincronización de la mejora en el crecimiento a nivel global, algo que no ocurría desde 2010-2011, recoge los frutos de todas las inyecciones de liquidez en el sistema durante el 2016 (BOJ, ECB, incentivos de crédito del Banco de China, retrasos en las subidas de tipos en EE.UU.). Este momentum macro se ha reflejado más claramente en las encuestas de confianza de empresarios y consumidores (PMI en máximos, IFO etc…) pero los datos de actividad que se han publicado a lo largo del trimestre (producción industrial, ventas al por menor) están quedándose atrás de lo sugerido en las encuestas. El riesgo de una decepción respecto a los datos finales de crecimiento es alta por lo que aunque el crecimiento va seguir estando, éste no se va a desviar mucho de la media del vivido en los últimos años.

Del lado de precios los repuntes en inflación vividos desde Noviembre estuvieron apoyados por las subidas de alimentos y energía, en cuanto el efecto de la comparativa han ido remitiendo los niveles de precios se han reducido. Así las inflaciones subyacentes siguen estables mostrando que la demanda interna aunque mucho mejor (menor nivel de paro, salarios estables) no llega a mostrar el dinamismo para una inflación sostenible en el tiempo, principal objetivo de los bancos centrales.

En este entorno de crecimiento sostenible y  expectativas de mejora, la renta variable ha sido el mejor activo (MSCI World +5,85), los bonos soberanos Europeos (-1,4%) retrocediendo (más pronunciado en los bonos periféricos, Italia 10 años -1,9%) y buen comportamiento de bonos emergentes tanto soberanos como corporativos (+3,4% y +3,5%), que este trimestre se revalorizan más que los bonos de alto riesgo (High yield +1,23% en Europa y +2,23% en EE.UU.). El riesgo de crédito ha sido más rentable en EE.UU. que en Europa (+1,14% y +0,15%).

La renta variable Europa (+6,7% Eurostoxx 600) ha sido la que mejor se ha comportado entre los desarrollados, apoyada por los sectores que se habían quedado atrás en el último trimestre de 2016 (consumo estable, eléctricas, farma) y por supuesto de bancos y financieras. El IBEX con un +11,8% en el período (+9,5% en el mes de Marzo) apoyado por la mejora en emergentes y la confianza en el sector financiero. Los mercados emergentes se revalorizaron 11,14% y EE.UU. +5,5%, Japón -1%.

En divisas, depreciación del dólar en el trimestre (-1,8% DXY, Dollar Index) en especial contra las monedas emergentes (MXN +10%, RUB +8,8%), ha venido de la mano de una reducción en la pendiente en EE.UU. (10 años – 2 años) incrementado a lo largo del período las dudas respecto a las políticas expansivas de la nueva administración americana. La libra se ha apreciado por su parte se ha apreciado ligeramente apoyada por unos datos macro en RU favorables. El JPY (+5%) y el AUD (+5,8%) han sido las divisas que más se ha apreciado, obviando emergentes.

De cara a los próximos meses los dos riesgos conocidos más importantes son las elecciones en Francia y la evolución de la política fiscal en EE.UU. Si no hay un cambio importante a lo que el mercado ha estado descontando hasta ahora (el Euro no se rompe y la política fiscal en EE.UU. llegará el año que viene) deberíamos ver a los bancos centrales incrementando sus mensajes de drenar liquidez en el sistema. El 2º trimestre del 2017 es la primera vez desde el fin de la crisis que las inyecciones de liquidez son menores que en el trimestre anterior. Si no hay ninguna disrupción importante (geopolítica, Francia etc…) es de esperar que la segunda parte del año los mensajes del lado de drenar más liquidez se vayan incrementando, esto esperamos que aumente la presión en los activos que hasta ahora han sido refugio (bonos corto plazo “core”) y favorezca los activos de más riesgo (crédito, renta variable periférica).

Antonio Muñoz-Suñe

Director General y CIO de Trea Asset Management