Que el seguro se contrata para no utilizarlo, sino para ganar en tranquilidad, es la más sensata de las mentalidades que debe tener una persona al contratarlo. Sin embargo, ello no significa creer que nunca se van a utilizar. Con suerte, no, pero si no hay tanta suerte puede ocurrir lo que las compañías de seguros denominan “siniestro”. Es entonces cuando todo debería ir bien y sin desagradables sorpresas, en el caso de que el hecho ocurrido esté cubierto por el condicionado de la póliza.
Sin embargo, a veces, a pesar de estar cubierto por la póliza, nos podemos encontrar con problemas a la hora de cobrar el siniestro. Es lo que popularmente se denomina “la letra pequeña del seguro”, pero que no es tal; es simplemente un contrato que, como cualquier otro, conviene conocer.
Precisamente para evitar amargas sorpresas con los siniestros de los seguros, a continuación mostramos algunos consejos que pueden ser útiles conocer a la hora de contratar cualquiera de los más comunes. Y si resulta que usted ya tiene contratado el suyo, aún está a tiempo de cambiar algo si, tras la lectura de los mismos, encuentra la necesidad de ello. Se ahorrará posibles problemas. Eso sí, sólo si utiliza la póliza.
Seguros Multirriesgos (por ejemplo, Hogar o Comercio):
- Evitar el “infraseguro” y la aplicación de su “regla proporcional”: Ocurre cuando en la póliza se ha declarado un valor de los bienes asegurados inferior al valor real que tienen en el momento del siniestro. El ejemplo más común: el capital del denominado “contenido”. Por “Contenido” se entiende la suma del valor de todo lo que hay dentro de la vivienda (en caso de seguro de Hogar) o del Negocio (caso de seguro de Comercio), esto es: mobiliario, enseres, ropa, electrodomésticos, etc… En la gran mayoría de las veces este “infraseguro” no ocurre por mala fe, sino por no ser conscientes del valor de todo lo que albergamos en nuestras viviendas. Lo mejor es ir anotándolo habitación por habitación e ir sumando: nos sorprenderíamos. Otra razón de este infraseguro puede ser por haberse quedado desfasado: puede ser que se valorase bien en el momento de hacer el seguro, pero sin embargo dicho valor se ha queda desfasado con el paso del tiempo conforme hemos ido añadiendo cosas dentro del Hogar o Comercio desde que nos hicimos la póliza. Y no nos acordamos de actualizar la cuantía de la póliza referente al “Capital de Contenido”.
Ejemplo de regla proporcional: si en la póliza existe un valor de Contenido que es la mitad de lo que realmente tenemos, en caso de que nos roben la televisión, por ejemplo, nos pagarán la mitad de la misma.
- Evitar el “sobreaseguramiento”: otro error muy común es caer en el “sobreseguro”, esto es, indicar un valor mayor al que realmente se debe asegurar. Es muy común que ocurra esto a la hora de definir la cuantía del capital de “Continente” (es decir, el coste de reconstruir la vivienda). Y normalmente viene causado por una confusión que consiste en poner como capital de Continente el valor de compra de la vivienda (que incluye el “valor del suelo” en vez del valor de reposición a efectos del seguro. Ejemplo: es obvio que el precio de venta de una casa unifamiliar en el centro de Madrid será muy superior que el de la misma casa situada en un pueblecito del interior del resto de España. Sin embargo para el seguro, el valor de reposición será exactamente el mismo, y por tanto el capital de Continente debería ser el mismo. Desde hace algunos años es común que en las tasaciones de las viviendas ambos valores vengan reflejados de forma diferenciada.
En el caso de sobreseguro no habría problemas en caso de siniestro (por no aplicarse regla proporcional alguna) pero sin embargo estaríamos pagando durante muchos años más prima de seguro de la debida, dado que el seguro no nos va a pagar más en caso de siniestro, sino el valor de reposición.
- Evitar la “regla de equidad”: Es cuando al contratar la póliza declaramos una serie de medidas de seguridad y prevención que realmente no tenemos cuando ocurre el siniestro (puertas blindadas de seguridad, alarmas conectadas a policía, extintores, detectores de humo, rejas, etc… También puede ocurrir cuando declaramos que es nuestra vivienda habitual y se trata de un piso, y luego resulta que es vivienda secundaria y es una casa que está incluso aislada fuera del pueblo. Los riesgos no son los mismos. Aquí también se aplica una regla proporcional, minorando la indemnización del siniestro en la misma medida en que la prima se abarató indebidamente por estas circunstancias.
- Dejar garantías complementarias sin contratar: hay garantías útiles que podemos echar de menos caso de siniestro, y que muchas veces son de contratación voluntaria en muchas pólizas. Por ejemplo la de mercancías refrigeradas, o la de atraco fuera del hogar, la famosa del “manitas”, o incluso la de robo de joyas y objetos de valor (que a partir de un determinado valor unitario por pieza en la mayoría de las pólizas es necesario reflejar aparte para que estén cubiertas en la póliza). Las razones más comunes por las que se dejan sin contratar estas garantías opcionales son para abaratar la prima a pagar por la póliza, o bien porque en el momento de la contratación no valoremos bien cuáles son nuestras necesidades para adaptar la póliza a las mismas.
Seguros Vida Riesgo:
- Piénseselo antes de anular: ¿Pensando en ahorrar en gastos?. ¿Ha terminado de pagar el préstamo al que estaba vinculado el seguro de Vida Riesgo que contrató hace años? Si usted está en esa situación, cuidado. Si fuera su asesor lo primero que le preguntaría antes de que tome esa decisión sería: ¿cómo está de salud? Parece una pregunta que no está relacionada, pero sí que lo está. Porque para poder contratar un seguro de vida, las compañías de seguro se cercioran de que usted está en óptimas condiciones de salud, mediante el cuestionario de salud que se debe rellenar en el momento de la contratación. Probablemente cuando usted contrató hace muchos años su seguro de vida su estado de salud era fenómeno. Pero el paso de los años a veces van dejando ciertas “goteras”. Pues bien, mientras usted esté asegurado y su póliza en vigor, la compañía de seguros le seguirá asegurando todos los años. Y sin subida de tasas. Sin embargo si decide anular su póliza, y dentro de un tiempo quiere volver a contratar un nuevo seguro de vida, bien por otro nuevo préstamo, bien por mantener cubierta a su familia, ojo porque le volverán a preguntar cómo está de salud. Y si según el equipo evaluador de la compañía no está en condiciones de ser asegurado, le denegarán la solicitud. Y puede que ninguna otra compañía quiera asegurarle, perdiendo por tanto toda opción a cubrir a su familia… quizá cuando más lo necesita.
Estos son algunos de los muchos consejos que le podemos dar. Seguiremos avanzando en siguientes artículos.