Que no te pinten una realidad distorsionada
Como punto de partida, la central te ha de transmitir la esencia del sistema, sin ambigüedades. En este sentido, la franquicia reduce –sobre el papel- los riesgos, cierto, pero los beneficios son inferiores a los que obtendrías al emprender por tu cuenta. Del mismo modo, muestra tu cara más escéptica si el franquiciador te sugiere que el suyo es un negocio que, con poco esfuerzo, permite obtener un alto rendimiento. Graba a fuego achicharrante la siguiente máxima: la franquicia proporciona herramientas, un concepto testado y una serie de conocimientos que harán rentable tu proyecto, siempre que le dediques horas, esfuerzo, trabajo y tu mejor versión.
Como decía Fernando Lascorz, franquiciado de la cadena de juguetes educativos Eurekakids, en uno de los últimos desayunos informativos de Emprendedores, el asociado debe entender que «abrir una franquicia no es lo mismo que tener un empleo cualquiera». El nivel de compromiso y responsabilidad es mucho mayor, en comparación con un trabajo convencional. Los emprendedores deben tenerlo claro, para no experimentar decepciones o frustraciones posteriores. «O te esfuerzas, o no obtienes resultados», agrega.
Siempre que asumas la realidad descrita, ésta es una fórmula con la que acortas el camino y alcanzas más rápido los objetivos, aseguraba Solange Candelo, franquiciada de la inmobiliaria Century 21 y asistente también a ese desayuno.
El contrato de franquicia, con lupa
Olvídate negociar cláusula alguna del contrato con una franquicia consolidada. En un proyecto que da sus primeros pasos cambia el enfoque y es más factible discutir ciertos puntos del documento. Ahora bien, desconfía sí se muestran flexibles en exceso, ya que esto desvirtuará el concepto y surgirán agravios comparativos en la red. Una actitud ésta, por otro lado, habitual en redes obsesionadas con las aperturas… a cualquier precio.
En cualquier caso, no escatimes recursos al contratar los servicios de algún experto legal, para que revise el documento y arroje luz sobre algún aspecto que no logres descifrar o te resulte extraño.
¿Por qué?
Pregunta a la central sus motivaciones para franquiciar, ve directo a la raíz del proyecto. Si duda, vacila en la respuesta o se queda muda, desconfía. Esto denota una improvisación, una falta de estrategia que desembocará en un fracaso seguro. La teoría –pero no la única- dice que este sistema te permite crecer sin emplear recursos propios, con el objetivo de ganar tamaño y así obtener economías de escala que beneficien tanto a central como a los asociados. A partir de aquí, huye de aquellos que han decidido “franquiciar por franquiciar”.
El atractivo de lo diferente
Verifica que te aporta un saber hacer claro y definido, bien estructurado, diferente e innovador, además de contemplar aspectos básicos como un programa de soporte al asociado.
Qué aporta a esta relación
Los dossiers informativos de las franquicias están plagados de expresiones manidas como “apoyo constante”, “formación inicial y continuada”, “saber hacer contrastado”, “producto de calidad inmejorable”… referidos al soporte que desde la central se presta al asociado y a los valores diferenciales de la marca. Ningún problema a que las incluyan ahí, ya que se presupone son cualidades inherentes a cualquier proyecto -sólido- en cadena. El problema viene cuando esa central no presenta otros factores competitivos -y realmente diferenciadores- como acuerdos con proveedores que permitan al franquiciado comprar a precios atractivos -comparados con los que obtendrías por su cuenta-, la comercialización de algunos artículos en exclusiva o que el franquiciador aporte una cartera de clientes potenciales desde el minuto 1.
Que te pongan en tu -buen- sitio
La ubicación correcta determinará el éxito futuro del proyecto y ha de estar … el articulo completo lo encontraras en el apartado de emprendedores de nuestra Plataforma Comercios.