Aquí te dejamos estas 6 pautas para que ponerte en forma no se te haga cuesta arriba.
1.- Mens sana in corpore sano
El viejo adagio de los sabios griegos viene perfecto para el siglo XXI actual. Además, ahora es algo más que una frase, ya que está demostrado científicamente con todo tipo de pruebas y exámenes médicos y psicológicos que hacer ejercicio no solo ayuda a la salud física y a prevenir enfermedades, sino que también afecta al estado de ánimo, a la concentración, a la mejora del rendimiento. Esta es entonces la razón principal para iniciar un proceso de ponerse en forma o, si ya eres deportista,
retomarlo. Igualmente, también puedes intensificar el entrenamiento en caso de no haber parado.
2.- La preparación, la ropa y el entorno son fundamentales
Recuerda usar ropa que transpire y combinar deportes de interior con exterior. Atención al frío. Lo más recomendable es vestirse de forma adecuada, ¿qué quiere decir esto? Y como todavía no hace frío intenso es mejor vestirse con capas, de manera que podamos adaptarnos a las distintas temperaturas del día.
3.- El calentamiento previo y los estiramientos son tus mejores aliados. En otoño empieza a hacer más frío por lo que tenemos que dedicar más tiempo a los ejercicios de estiramiento y calentamiento, sobre todo si hacemos deporte al aire libre, de esta manera tendremos menos posibilidades de sufrir una lesión muscular. El calentamiento debe incluir por norma unas buenas tandas de estiramientos.
4.- Aprovecha para mantener una dieta sana y equilibrada
Sigue una dieta sana y equilibrada, potencia el consumo de alimentos de temporada para reforzar el aporte en vitaminas y minerales (calabaza, judías, alubias, acelgas, berenjenas, boniato)
5.- El descanso es fundamental tras el esfuerzo
Con la reducción de las horas de luz, nos sentimos más cansados, para evitar esta sensación mantén una buena rutina del sueño e intenta dormir al menos 8 horas.
6.- Las condiciones meteorológicas influyen de forma determinante
Debemos aprovechar al máximo las horas de luz en esta época del año para poder absorber la vitamina D que creamos cuando el sol incide en nuestros cuerpos. Y al revés, con el frío solemos volvernos un poco más perezosos y encontrar la motivación será esencial para no dejar de lado nuestros entrenamientos.