El presupuesto familiar es la herramienta que garantiza la sostenibilidad económica de nuestra familia, garantiza la rutina del día a día y asegura el futuro de nuestros hijos. En esta herramienta quedan registrados los ingresos y los gastos de toda la familia. De esta forma, podemos establecer perfectamente una serie de objetivos financieros a corto, medio y largo plazo.
Las familias que no llevan a rajatabla su presupuesto familiar llegan a fin de mes con el agua al cuello. También puede suceder que lleven las cuentas de gastos e ingresos y sobrevenga un extra que afrontar que desequilibre las cuentas. Incluso, queremos amortizar créditos, hipoteca o tratamos de ahorrar par futuros proyectos y no nos resulta posible.
1.- Lo primero es elegir una herramienta
No importa que sea una libreta, un cuaderno, una aplicación de internet, un programa de ordenador o una sencilla hoja en Excel. La idea es que permita registrar todos los datos que afectan a la economía familiar. Además, tiene que estar disponible en cualquier momento.
2.- Hay que analizar todos los movimientos
Una vez elegida la herramienta, hay que aclarar los datos de nuestra economía. Esto pasa por conocer de primera mano lo que se ingresa y lo que se gasta. La transformación digital, acelerada de forma definitiva por la pandemia, nos permite conocer estos datos desde la plataforma en internet de nuestro banco.
En el caso de efectuar los gastos mayoritariamente en efectivo, será necesario recolectar la información manualmente, guardando los recibos y las facturas. Luego sólo queda decidir un periodo de tiempo, que en el caso de nuestro país, es el mes. En efecto, prácticamente todo se factura al mes, desde las academias o colegios de nuestros hijos hasta las facturas del teléfono.
3.- Hay que intentar limitar el gasto
Hay que desarrollar buenas prácticas y apagar luces cuando no las utilicemos, cocinar más en casa además de reciclar y readaptar productos y materiales. Es cierto que hay partidas, como el alquiler, la hipoteca o las facturas de la luz y el agua que son difícilmente modificables. Pero con esfuerzo, los consumos pueden reducirse.
4.- Todos los miembros de la familia a una
Tras seguir todos estos pasos estaremos delante del presupuesto familiar. Es importante la comunicación entre los miembros de la familia y que haya un consenso respecto a los gastos. Igualmente, todo el mundo tiene que estar de acuerdo con las partidas y los objetivos de gasto y ahorro establecidos.