La agricultura tradicional, caracterizada por el minifundismo, la dispersión territorial y su escasa mercantilización, ha sufrido históricamente una relativa exclusión financiera. En la actualidad existe una oferta de financiación adecuada que permite al sector agroalimentario, en general, y a las cooperativas, en particular, acceder en las mismas condiciones que pueda obtener cualquier otra empresa o agente económico. La marginalidad y la relativa exclusión financiera que sufría el mundo rural español a principios del siglo XX fue superada y la expansión de la banca comercial y la consolidación de un extenso cooperativismo de crédito ha democratizado el acceso a los servicios financieros. En este sentido, Cajamar Caja Rural lidera un movimiento al que se han sumado unas cuarenta entidades de todo el territorio nacional, con el objetivo de seguir apoyando la modernización y tecnificación del sector agroalimentario español a través de un gran grupo de crédito cooperativo
La financiación es un factor clave para cualquier actividad económica, circunstancia que se ha puesto de manifiesto con especial intensidad durante los últimos años. La necesidad de abordar proyectos de inversión, cuyos rendimientos se van a obtener de manera diferida en el tiempo y en un plazo más o menos dilatado, y el desfase entre los pagos y los cobros de las actividades cotidianas, obliga a los agentes económicos a disponer de fuentes adecuadas de financiación.
En algunos casos esta financiación se realiza con los recursos propios que han ido acumulando los agentes a lo largo de su trayectoria empresarial/profesional. Sin embargo, con el crecimiento y el desarrollo económico de las sociedades, cada vez ha sido más frecuente el acudir a entidades y organismos especializados en la prestación de servicios financieros. De hecho, el nivel de dinamismo y modernidad de una determinada economía está muy condicionado por la existencia de un eficiente sistema financiero capaz de aportar los recursos necesarios para la puesta en marcha de nuevos proyectos.
La actividad financiera tiene una larga historia, pudiendo considerarse que surge casi al mismo tiempo que se inicia el comercio y la compra/venta de productos. En cada época de la historia los pueblos dominantes desarrollaron su propio sistema de financiación, y siempre han tenido una gran capacidad de innovación para crear nuevos instrumentos capaces de facilitar el intercambio comercial y las relaciones económicas entre agentes situados en distintas zonas geográficas. Esta circunstancia ha llevado a las entidades financieras ha jugar un papel fundamental en el proceso de globalización económica y en el desarrollo de determinadas tecnologías, como las de la información y las comunicaciones, con objeto de facilitar la realización de transacciones económicas, de manera prácticamente simultánea, con cualquier parte del planeta.
Actualmente, uno de los sectores económicos más globalizados es precisamente el financiero, circunstancia que influye de manera decisiva en la dirección y la magnitud de los flujos económicos entre las distintas regiones y agentes. Se ha de tener en cuenta que los principales criterios que condicionan estos flujos son el riesgo y la rentabilidad. A lo largo de los próximos apartados se va a analizar cómo han evolucionado los sistemas de financiación para el sector agroalimentario en España, la situación actual y cuáles pueden ser las principales necesidades de cara al futuro más inmediato.
Introducción del articulo publicado en el Vol. 24 de Mediterráneo Económico. El papel del cooperativismo agroalimentario en la economía mundial.