Tras un año 2017 donde la volatilidad alcanzaba sus mínimos históricos, este primer trimestre del año 2018 ha sorprendido a los inversores acabando con la complacencia instalada en los mercados. Tanto la incertidumbre geopolítica como los riesgos de una posible guerra comercial entre EE. UU y China no favorecen el día a día de la renta variable, pero mientras la tendencia de crecimiento económico global con inflación moderada se mantenga intacta, el crecimiento en los beneficios empresariales seguirá siendo el principal catalizador del equity.
Durante la primera mitad de este trimestre el mercado ha asistido a una fase continuista del final del año anterior, apostando por la continuidad del ciclo de crecimiento económico a nivel mundial, y por una paulatina subida de los tipos de interés, especialmente en EEUU. Esto ha llevado al buen comportamiento de los sectores de crecimiento, cíclicos y financieros, en detrimento de los ligados a la evolución de los tipos de interés y sectores defensivos.
El trimestre acabó con un incremento de la volatilidad de la mano de las expectativas de una política monetaria menos acomodaticia, produciéndose una rotación sectorial hacia sectores defensivos, castigando a ciclo y financieras.
Para los próximos meses esperamos que las perspectivas de crecimiento de la Eurozona se mantengan robustas, con crecimientos esperados del PIB del entorno 2,3%/2,5%. Este crecimiento vendría sustentado por la demanda interna y la continua mejora del mercado laboral. A pesar de las incertidumbres geopolíticas actuales, esperamos que las perspectivas de crecimiento global se sustenten y las exportaciones se mantengan robustas con un IPC situándose en cuotas moderadas, concretamente 1,2%/1,4%.
El estilo de gestión del fondo de Renta Variable Europea se basa en el conocimiento profundo de las compañías que componen la cartera, su modelo de negocio, tendencias del sector, competidores, ventajas competitivas, credibilidad de su equipo directivo, y como no, su valoración.
Una vez tenemos seleccionados nuestros ganadores, añadiremos el análisis macroeconómico para la construcción final de la cartera, donde combinaremos valor con entorno económico, para llegar así a la maximización de nuestra rentabilidad a largo plazo.
La gestión de las carteras será siempre dinámica, aprovechando las oportunidades que nos brinda el mercado, desde el máximo convencimiento de nuestras posiciones en cartera. Nuestra cartera está orientada hacia un escenario en el que el crecimiento mundial, aunque menor al potencial o histórico, sigue su curso, en un escenario de tipos de interés bajos en Europa y algo más tensionados en EEUU, aunque aún en niveles bajos si lo vemos desde una óptica histórica. Esto nos deja un marco en que la renta variable sigue teniendo valor, con unos balances saneados, buena generación de caja, crecimientos algo menores pero estables y encontrando valor en el sector industrial y en las distintas vertientes de consumo discrecional, así como en el sector financiero que debería beneficiarse paulatinamente de futuras subidas de tipos de interés y una mejora en la concesión de crédito.
Si nos centramos en el mercado nacional creemos que la economía española seguirá creciendo a tasas cercanas al 3% durante el primer semestre del año. Las razones para el optimismo son la fortaleza de la demanda interna que sigue creciendo a tasas del 2% y los niveles de inversión del sector industrial.
La principal incertidumbre viene dada por un posible cambio en el posicionamiento sobre subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo. Estamos viendo que, quizás, ya hemos visto las tasas más altas de crecimiento y sigue sin generarse inflación de manera consistente (más allá de la que genera las alzas del precio del petróleo). Por tanto, quizás las subidas de tipos puedan venir más tarde de lo que el mercado esperaba en un primer momento.
En cuanto al posicionamiento del fondo de Renta Variable Española, continuamos viendo de manera positiva el sector industrial, aunque ya estamos rebajando posiciones en algunos valores que han avanzado mucho y muy rápido, alcanzando nuestros precios objetivo y a los que no encontramos catalizadores a corto plazo.
En el lado contrario, hemos incrementado posición o dado entrada a valores que se han quedado más atrás, no sólo este año, sino los pasados y que el mercado, por la razón que sea, ha pasado por alto. El sector construcción o compañías de servicios petrolíferos serían ejemplos de lo anterior.
Con todo, continuaremos siendo activos no solo en la selección de valores sino también en la
gestión de los porcentajes de inversión.