“Correr es de cobardes”. Sí, vale. Bien. Pero también “el que no corre, vuela”. Y más. “El que de joven no corre, de mayor galopa”. Y así se va llenando el refranero español desde hace cinco siglos. Marcando no sin regocijo, inquina y mala sombra las envidias y celos que despiertan los comportamientos, las rutinas, las ideas y, también, las modas.
La más actual, hoy en día, es, precisamente, correr. Ya sea con nuestras maravillosas zapatillas. Ya sea con nuestra preciosa bicicleta. Podría pensarse que huimos de algo, que queremos escapar de nuestra rutina. O al revés. Veamos argumentos a favor y en contra de la salud y de las modas.
La pregunta que hay que contestar en primer lugar es si correr es bueno. O es malo. Si ayuda o si perjudica. Un análisis en profundidad que permita responder a estas importantes cuestiones lo encontramos en este artículo publicado en El Confidencial, que con el título ‘Adictos al running, la droga de moda en la clase media-alta’, basa su texto en el hecho de que “el running se ha convertido en un fenómeno social durante los últimos años. Su rápida popularización se refleja en la gran cantidad de carreras populares”.
Running para adictos
El artículo en cuestión incide en que “la adicción a correr no está catalogada como tal en los manuales de diagnóstico clínico”, explica el psicólogo experto en adicciones José Antonio Molina.
A pesar de su falta de reconocimiento oficial, “sí se puede afirmar que es una realidad porque está ahí. Se trata de una adicción sin sustancia, similar a la vigorexia o al culturismo. Hay un porcentaje de corredores con dependencia que viven obsesionados y llegan a padecer síndrome de abstinencia cuando no pueden realizar ejercicio, entendido como malestar, mal humor e irritación”, añade Molina.
En este sentido, si bien es cierto que desde el principio de los tiempos se subió a los altares, y con razón, el concepto “mens sana in corpore sano”, la moda de correr ha hecho que muchos artículos hagan especial mención en los efectos perniciosos que tiene esta afición.
La revista digital Consumo Claro, por ejemplo ha publicado un artículo en el que alerta de los peligros de la moda del runnig. Y, de hecho, ha establecido un decálogo en el que resalta “diez argumentos contra de la moda del running” basados en que “el running, antes llamado footing o jogging, es uno de los deportes más agresivos que existen con nuestra estructura corporal. El listado de lesiones y dolencias que nos puede provocar es largo, pero muchas de ellas se pueden evitar con un equipamiento adecuado y estiramientos previos”.
Por todo ello, recomiendan tener sentido común y dosificar el esfuerzo. El decálogo contra la moda del running es el siguiente:
- Los runners son unos yonkis. Al ir a correr activamos todo un cocktail de sustancias dopantes endógenas que nos pone literalmente como una moto hasta el punto a que los medios periodísticos ya han bautizado la supuesta adicción al running como “runorexia”.
- Puedes fastidiarte los tendones. Correr es una actividad sumamente agresiva para el cuerpo, ya que básicamente consiste en ir aporreando tu cuerpo contra el pavimento o la tierra durante un largo rato.
- Puedes romperte los ligamentos. De nuevo, cuando nos excedemos en el ejercicio los músculos flaquean y no mantienen las articulaciones bien asentadas.
- Puedes machacarte la zona lumbar de la columna vertebral. Las vértebras lumbares reciben buena parte del impacto de cada pisada en velocidad si los gemelos no están bien tonificados.
- Puedes tener todo tipo de lesiones musculares. Hay que tener los gemelos, los cuádriceps, los isquiotibiales o el psoas debidamente calentados y estirados, preparados para el esfuerzo.
- Puedes padecer espantosos dolores de rodilla. Para empezar, en un esfuerzo excesivo o mal medido, el runner puede experimentar bursitis, que es una inflamación de la bolsa sinovial de la rodilla. Y, siempre, ten cuidado con el menisco.
- Puedes ver las estrellas al pisar el suelo. Cuidado con la fascitis plantar, inflamación de la fascia de la planta del pie.
- Puede llevarte a la incontinencia urinaria. Esta es una de las principales complicaciones para las mujeres que abusan del running durante un tiempo prolongado, dado que se produce una debilitación progresiva del suelo pélvico.
- Puedes morir de muerte súbita. La incidencia de la muerte súbita en el running es muy baja. Pero, aún así, es sin duda la más grave de las dolencias y conviene no descartarla.
- Puedes tener roturas de huesos. En las mujeres postmenopáusicas la descalcificación de los huesos es una de las dolencias más generalizadas.
¿Por qué está de moda el running?
Sin embargo, no hay que desesperar. También hay ventajas. Te ofrecemos cuatro argumentos que explican por qué esta de moda el running:
- La capacidad de medir. Hoy en día ya está en la mano de cualquier persona la posibilidad de medir lo que corre. Casi todo el mundo dispone de un smartphone y eso permite, a través de una app, medir una gran cantidad de criterios. E, incluso, crear un historial de entrenamientos y carreras.
- La posibilidad de compartir logros. Vivimos en una sociedad en la que se hace imprescindible la necesidad de reconocimiento que todos tenemos. Hay quien lo sube todo a la web. Otros solamente los éxitos.
- Poder escuchar música de forma ágil. La facilidad de poder entrenar disfrutando de tus temas favoritos, o de los más cañeros y motivadores. Y hacerlo de forma cómoda.
Ponerse en forma. Llegamos aquí al punto más amplio y a la vez problemático. Correr es una actividad justa, en el sentido de que rinde justicia a aquel que la practica. Se trata de una actividad para la cual hay que apostar a medio y largo plazo. La inmediatez en el running es sinónimo de pocos resultados, lesiones, abandono, fracaso. El running es justo porque si entrenas con regularidad y eres humilde, si entrenas con constancia, entrenas con paciencia, si entrenas vigilando cada aspecto de tu vida, acaba siendo generoso contigo. El running acaba devolviéndote el triple de lo invertido: salud, felicidad y objetivos