La cuesta de enero es un baño de realidad. Igual has dejado de fumar o fumas menos. Quizás has vuelto al gimnasio que pagas y apenas visitas. Sobre todo, han terminado las Navidades y el nuevo año se abre paso cargado de novedades y lleno de porvenir.
Es hora de programar una adecuada velocidad de crucero para que el presupuesto anual sea compensado, sin sobresaltos y que nos permita convertir gastos e ingresos en una herramienta que mejore nuestro día a día y la calidad de vida.
Desde este punto de vista, y con las herramientas de planificación adecuada, la cuesta de enero puede ser una etapa llana en vez de un Tourmalet que nos deje sin aliento económico.
Estos dientes de sierra, estos picos de gasto, pueden y deben ser evitables con la adecuada planificación. Y con la necesaria y sencilla herramienta que permite controlarlo todo de forma eficaz. Todo es cuestión de planificar la cuesta de enero sin sobresaltos.
¿Por qué la cuesta de enero?
Hay que tener en cuenta que la cuesta de enero se denomina de esta forma porque engloba al conjunto de subidas de precios, tarifas y tasas que suceden al inicio de cada año. Y que afectan a la capacidad de compra de los consumidores.
Se trata de aumentos de precios en los productos regulados una vez al año, en el mes de enero, a diferencia del resto de bienes y servicios cuyos precios y servicios fluctúan a lo largo del calendario.
En España, los servicios con precios fijados o regulados por las administraciones como el transporte público, servicio de correos, peajes y tasas administrativas aumentan de precio en este mes.
También lo hacen los productos de los llamados sectores estratégicos, como la electricidad, el gas y las telecomunicaciones. Y, por supuesto, afectarían, si existieran, las subidas de impuestos, al iniciarse el calendario fiscal en el mes de enero.
Esta situación de reducción del poder adquisitivo no es el único problema económico para las familias en enero, pues ocurre justo después de los tradicionales desembolsos en consumo para las Fiestas de Navidad.
Consejos para superar la cuesta de enero
Una vez bien definido el concepto, empecemos por una buena lista de consejos y recomendaciones para evitar estos sobresaltos que pueden lastrar el comienzo del año tras unas venturosas fiestas navideñas. Y marcar así de la peor forma posible el comienzo del curso económico.
La revista Consumer de Eroski apunta los siguientes 8 consejos para afrontar con garantías la cuesta de enero:
- Evitar un uso abusivo de tarjetas de crédito, ya que incidiría en un endeudamiento mayor. Solo en los casos de evidente urgencia deben utilizarse stos mecanismos en épocas de control presupuestario.
- No dejarse tentar mucho por las rebajas de enero. Hacer solo las compras de lo que se necesita, a través de un consumo responsable y ajustado a nuestro presupuesto.
- Ante los muchos gastos que habrá que hacer efectivos en este mes (facturas, cesta de la compra, vestuario,…), será el momento adecuado para privarnos de algún pequeño capricho y así equilibrar el presupuesto.
- Se puede empezar el año con la adopción de nuevas medidas de ahorro. Con respecto a los servicios básicos para el hogar pasaría por contratar nuevas tarifas de luz, gas y telefonía que sean más baratas y con similares prestaciones a las ya suscritas. Para ello, hay que sacar partido de la gran oferta de propuestas que están desarrollando las empresas comercializadoras de estos servicios.
- Aprovechar las ofertas y promociones de los establecimientos comerciales para abaratar la cesta de la compra de forma sustancial, y sin renunciar a calidad.
- Es necesario eliminar los gastos superfluos e innecesarios que no conducen a nada útil para las economías familiares.
- En la medida que sea posible, deben amortizarse posibles deudas que se hayan contraído durante las fiestas navideñas, con el fin de que el nivel de endeudamiento se vaya acortando de manera progresiva durante el año.
- Hay que tratar de mantener los mismos gastos todas las semanas, sin que alguna de ellas se vea superada por un descontrol desmesurado que haga peligrar el equilibrio presupuestario para todo el mes.