El número IBAN (Internacional Bank Account Number) es un número de cuenta internacional que permite identificar de manera precisa al beneficiario de una transacción. Y con el que, por tanto, es posible realizar pagos de forma automatizada.
El código IBAN es utilizado por los estados miembros de la Unión Europea. Está formado por una secuencia alfanumérica de caracteres, con un tamaño fijo que depende del país, y un máximo de 34 caracteres. De esta manera se puede identificar de manera única la cuenta que un cliente mantiene en una entidad de cualquier lugar del mundo.
Existen dos formatos distintos de códigos IBAN , el formato papel, y el formato digital. La diferencia entre ambos es simplemente que, en la versión en papel, los códigos IBAN se agrupan en grupos de cuatro caracteres. Por su parte, en la versión digital, éstos se encuentran sin espacios.
El Código IBAN facilita el tratamiento automático de transferencias
Los códigos IBAN se encuentran definidos por el estándar ISO 13616:1997 de acuerdo con las siguientes reglas:
- 2 caracteres: Códigos de país, siguiendo el formato ISO.
- 2 caracteres: Dígito de control.
- Hasta 30 caracteres (dependiendo del país): número de cuenta.
La finalidad del IBAN es facilitar el tratamiento automático de las transferencias transfronterizas, garantizar la exactitud de las mismas y reducir la intervención manual.
El IBAN para cuentas de banco será automáticamente producido y provisto a través de una carta entregada directamente al cliente. Si el cliente tiene diversas cuentas, recibirá diversos Códigos IBAN, uno por cada cuenta.
El Código IBAN es obligatorio desde 2011
La regulación del Banco Central opera plenamente desde el 19 de noviembre de 2011. A partir de ese momento, todas las instituciones de España aceptan y procesan lineamientos de pago con IBAN.
De manera consecuente, el cliente tiene que presentar un IBAN para todas las instrucciones con fecha de o posterior al 19 de noviembre de 2011, al hacer pagos desde o recibir pagos a su cuenta de banco.
El cliente debe asegurarse que el IBAN para su cuenta ha sido comunicado a todas las partes de quienes espera recibir un pago en su cuenta. En el caso de que el IBAN no se utilice, las transacciones tanto entrantes como salientes de la cuenta pueden ser declinadas o retrasadas con cargos adicionales por transacción de acuerdo con las recomendaciones del Banco Central.
Relación entre IBAN y SEPA
El 1 de febrero de 2014 entró en vigor la SEPA, zona única de pago en euros, por sus siglas en inglés, que facilita la apertura de una cuenta en cualquier entidad de la eurozona pero conlleva cambios en el número de cuenta.
A partir de ese momento, cualquier usuario necesita el código IBAN que sustituyó al número de cuenta (CCC) para realizar cualquier operación financiera, ya sea de cobro o de pago.
Sobre la SEPA, conviene estar al tanto al menos de estos tres puntos:
- ¿Qué es la Single Euro Payment Area (SEPA)?
La zona única de pagos en euros, SEPA por sus siglas en inglés, responde a la normativa europea 260/2012 y establece el IBAN y el BIC para las operaciones bancarias. La SEPA permite a 33 países (los 28 de la UE más Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega y Suiza) contar con unas normas comunes y eliminar las barreras en los pagos internacionales. Es decir, se podrán gestionar desde cualquier país sin tener abierta una cuenta donde se va a cobrar. - ¿Cuáles son las ventajas de la SEPA?
La SEPA da una mayor protección a los usuarios con más agilidad y seguridad en los pagos. Permite reducir el coste de los pagos transfronterizos mediante tarjetas y transferencias electrónicas. Además de poder centralizar en una sola cuenta bancaria todas las operaciones en euros dentro de la zona SEPA. - ¿Cómo se adaptan las tarjetas a la SEPA?
En el caso de las tarjetas de crédito y débito se implanta el sistema EMV, que introduce un chip en lugar de utilizar la banda magnética y sustituye la firma en las operaciones por un PIN.