Fiebre amarilla para recordar la búsqueda de oro hace ya muchas décadas. Oro negro para el petróleo, diamantes rojos de sangre para denunciar su procedencia ilegal, industria verde para destacar su carácter sostenible y ecologista. Ahora hay que sumar la llamada economía azul, que toma su calificativo del color del mar.
Como concepto, la Economía Azul se define como “cualquier actividad económica directa o indirectamente relacionada con los océanos, el mar y la costa”. Tiene su fundamento en la Estrategia Europa 2020 que se basa en el crecimiento inteligente, sostenible e integrador como manera de superar las deficiencias estructurales de la economía europea. El objetivo es mejorar su competitividad y sustentar una economía social de mercado sostenible en base al fomento de la Investigación y desarrollo tecnológico (I+D).
Según esta iniciativa, por tanto, la Economía Azul se introdujo desde una perspectiva innovadora para generar fuentes de crecimiento y empleo. Con la importancia de un enfoque integrado en las cuestiones marítimas para mejorar la capacidad de Europa en el uso sostenible de los océanos, mares y costas.
El crecimiento de la economía azul se apuntala en el ODS 14
La agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada por la Organización de las Naciones Unidas, contempla 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que suponen una oportunidad para tratar una serie de asuntos sociales, educativos, de cambio climático y defensa del medio ambiente.
Hay uno de ellos que resulta clave para la cuestión del crecimiento azul: el ODS 14. Apunta a “conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible”.
Los ODS son clave para el programa de trabajo de la Unión Europea en materia de crecimiento azul ya que se integra la extracción de recursos para lograr beneficios sectoriales con el desarrollo de una política de beneficio social y humano, en el que las conexiones intersectoriales se alineen para la adopción de medidas positivas para el medio ambiente marino.
El documento “A new approach for a sustainable blue economy in the EU – Transforming the EU’s Blue Economy for a Sustainable Future”, establece una agenda detallada para la economía azul, con el fin de “alcanzar los objetivos de neutralidad climática y contaminación cero, particularmente mediante el desarrollo de energía marina renovable, la descarbonización del transporte marítimo y la ecologización de los puertos. Una combinación sostenible de energía oceánica formada por energía eólica, térmica y mareomotriz flotante podría generar una cuarta parte de la electricidad de la UE en 2050”.
Hay que tener en cuenta, además, que los puertos son cruciales para la conectividad y la economía de las regiones y los países europeos y podrían utilizarse como polos energéticos.