La internacionalización se ha convertido en la tabla de salvación de la actividad para una buena parte de las empresas españolas, muchas de ellas pymes.
La globalización de los mercados y, sobre todo, la paralización de la demanda interna desde 2007 como consecuencia de la crisis económica, han impulsado a nuestras empresas a mirar hacia fuera buscando nuevas vías de negocio, según informa Cepyme, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa..
Añade Cepyme que en los últimos años se han incorporado a la actividad exterior una media de 60.000 empresas. Y lo que es más significativo, se registra una tendencia al alza del número de empresas llamadas regulares, es decir, aquellas que mantienen su actividad exterior continuada durante cuatro o más años.
Estas son seis ideas que deberías aplicar para internacionalizar tu negocio:
1.- El país de destino, un mercado todavía por descubrir
Antes de iniciar un proceso de internacionalización es necesario conocer bien el mercado donde quieres empezar a operar, así como las posibilidades del producto/servicio de la compañía en el mercado de destino, el sector donde se va a desarrollar la actividad profesional, los márgenes con los que se trabaja y, sobre todo, el entorno y la competencia.
2.- Socios locales y un equipo que liderará el proyecto
En el caso de querer asociarse con un partner local, que puede traer negocio, contactos, etc., hay que ser extremadamente cuidadoso y prudente. Es aconsejable que la relación con el partner local sea inicialmente a nivel mercantil y no accionarial hasta que conozcas cómo funciona y sepas si realmente aporta valor.
Es un error muy frecuente implicar al socio local en la sociedad desde el inicio. Por otro lado, un factor importante es el proceso de selección del equipo humano que liderará el proyecto en el país de destino con el que podamos confiar.
3.- La red de ventas adecuada
Una vez instalado habrá que dar el siguiente paso, que no será sencillo y que requerirá la implicación del equipo en el nuevo mercado y el máximo apoyo desde la matriz: Crear una red de ventas. El socio o el personal serán claves, lógicamente, pero también el factor arrastre de clientes que ya compran en España.
4.- Cómo empezar a exportar
La siguiente etapa de la internacionalización puede resumirse en un solo concepto: el análisis. Para ello, es esencial que lideres un proceso de auto-análisis del negocio y del propio producto. De este modo podrás comprobar tu potencial en el exterior e identificar los puntos fuertes y débiles de tu oferta.
5.- Diferencia tu producto
Es la hora de diferenciar tu producto y la mejor forma es posicionarse frente a la posible competencia. Para ello no hay nada mejor que identificar y monitorizar a tus futuros competidores en los mercados que deseas expandirte, considerando tanto empresas locales como internacionales, para entender cuál es la brecha que puedes cubrir desde tu propuesta de valor.
Para ello, lo mejor es diseñar y aplicar una estrategia de marketing. Un plan de marketing con una perspectiva integral está en la base del éxito de cualquier estrategia de expansión internacional.
6.- Valorar las ventajas
Cepyme asegura que comprobando datos oficiales de la AFI se puede comprobar que los negocios que se han internacionalizado son capaces de alcanzar mejores resultados. Estas empresas son más competitivas, ofrecen un entorno mucho más productivo y están más preparadas a la hora de afrontar situaciones adversas.
En definitiva, se trata valorar las ventajas que ofrece la internacionalización del negocio y terminar por dar el sato adelante.
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